Ruanda dice que "no queda la sombra de una disputa" con Vaticano tras las disculpas del Papa por el genocidio

  • La ministra de Exteriores de Ruanda, Louise Mushikiwabo, ha afirmado este martes que "ya no queda la sombra de una disputa" entre el país y Vaticano, después de que el Papa Francisco se disculpara en marzo por las "faltas de la Iglesia" durante el genocidio de 1994.
EUROPA PRESS
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"La reciente entrevista entre el Santo Padre y el presidente (de Ruanda, Paul) Kagame es muy importante al nivel de las relaciones entre Ruanda y la Iglesia Católica", ha destacado.

Así, Mushikiwabo ha resaltado que "la Iglesia Católica, representada por el Santo Padre, ha declarado que lamenta lo ocurrido, que es solidaria con las familias que perdieron a los suyos durante el genocidio".

"Es la primera vez después del genocidio de 1994 que la Iglesia Católica, como gran familia cristiana, reconoce sus aberraciones durante el genocidio", ha dicho, según ha informado la agencia estatal ruandesa de noticias, RNA.

Por ello, la ministra ha argumentado que "lo esencial aquí es que el Santo Padre ha reconocido que la Iglesia Católica cometió graves faltas", añadiendo que "que el Papa pidiera perdón a los ruandeses era necesario".

En su encuentro del 20 de marzo, el Sumo Pontífice imploró "el perdón de Dios por los pecados y faltas de la Iglesia y de sus miembros, entre ellos sacerdotes, religiosos y religiosas, que cedieron al odio y a la violencia, traicionando su misión evangélica".

El pontífice se refirió en estos términos al genocidio en Ruanda que en 1994 dejó unos 800.000 muertos durante la reunión que ha durado unos 20 minutos con el jefe de Estado ruandés.

En el comunicado publicado por la Santa Sede, el pontífice reconoció así que en la masacre de casi un tercio de la población de Ruanda, la mayoría perteneciente a la minoría tutsi, fue perpetrada también por sacerdotes, clérigos y monjas.

"Manifiesto el profundo dolor, de la Santa Sede y de toda la Iglesia, por el genocidio contra los tutsi y expreso solidaridad a las víctimas y a todos los que padecieron por esos trágicos eventos", dijo el Papa Francisco ante Kagame.

La Santa Sede señaló que el Papa también "expresó el deseo de que este humilde reconocimiento de las faltas en ese período, que desafortunadamente empañaron la imagen de la Iglesia, contribuyan a una 'purificación de la memoria' y promuevan, con esperanza y renovada confianza, un futuro de paz".

El comunicado del Vaticano fue emitido meses después de que los obispos católicos de Ruanda se disculparan oficialmente el año pasado "por todas las cosas malas que hizo la Iglesia".

Sin embargo, en ese caso el Gobierno ruandés tildó de "inadecuada" la disculpa, argumentando que "dada la escala de los crímenes, estaría justificada una disculpa de Vaticano".

Los tribunales de Ruanda y el tribunal especial de Naciones Unidas han juzgado a numerosos sacerdotes por su papel durante las matanzas.

EL GENOCIDIO

El 6 de abril de 1994 el avión en que viajaba el presidente de Ruanda Juvénal Habyarimana (miembro de la mayoría hutu) fue derribado por un misil.

El incidente fue el inicio de un genocidio en el que murieron más de 800.000 personas, la mayoría de ellas miembros de la minoría tutsi y hutus moderados.

La masacre se extendió durante cien días ante la retirada del país de la misión de Naciones Unidas (UNAMIR), que retiró del país a la mayoría de efectivos después de que diez 'cascos azules' belgas fueran asesinados el 7 de abril.

Ante la desprotección internacional, las matanzas se cobraron en tres meses la vida de al menos 800.000 personas, en su mayoría asesinados con machetes y otras armas blancas. En este mismo periodo se cometieron entre 250.000 y 500.000 violaciones, según la ONU.

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