Salud Pública inspeccionará este verano 1.600 establecimientos de Baleares

EUROPA PRESS

Estas inspecciones se realizarán en el marco de una campaña dirigida a verificar que las instalaciones son idóneas y que se mantienen en un estado de orden y limpieza apropiado. Asimismo, se controlarán las prácticas higiénicas de los manipuladores y si éstos reciben periódicamente la formación necesaria que garantice un alto conocimiento de los conceptos de higiene de los alimentos.

Otro aspecto que será objeto de control es que los alimentos provengan de un proveedor autorizado y estén correctamente identificados y etiquetados, además de que se haga el uso que corresponde conforme a las etiquetas. Especialmente se revisará la preparación de las comidas, el control de las temperaturas de almacenaje y servicio y el resto de condiciones higiénico-sanitarias de los establecimientos.

Para la presente campaña, la planificación de los establecimientos a controlar se basa en la gravedad de los riesgos identificados que puedan afectar a la seguridad de los alimentos, el historial de las empresas en cuanto al cumplimiento de la legislación, el resultado de los controles de años anteriores y cualquier dato que pudiera indicar su incumplimiento, de manera que se han identificado aquellos establecimientos de alto riesgo donde se concentrará la actividad inspectora.

Entre las principales deficiencias detectadas en las campañas anteriores destacan las relativas a las malas prácticas de manipulación e higiene de los locales; deficiencias estructurales de cocinas y almacenes; no estar inscritos en los correspondientes registros sanitarios y deficiencias en el origen, etiquetado y trazabilidad de los alimentos.

La elaboración de alimentos en los comedores colectivos debe realizarse con las mayores garantías para la producción de alimentos seguros correspondiendo a las autoridades sanitarias competentes su control oficial. Para cumplir con la legislación, la Conselleria tiene encomendada la tarea de control de los establecimientos de este sector, que es uno de los de mayor riesgo para la transmisión de enfermedades alimentarias.

18 BROTES EN 2015

El Govern ha recordado que en el año 2015 se detectaron 18 brotes alimenticios, siete más que en el 2014 y por encima de la media anual del quinquenio 2010-2014, que fue de diez brotes.

Los 18 brotes afectaron a 387 personas puesto que 384 casos correspondieron a brotes colectivos. Asimismo, se verificaron tres ingresos hospitalarios.

De los 18 brotes, 11 se registraron en Mallorca y siete en las Pitiusas. En cuanto al perfil epidemiológico, 17 se asociaron a ámbitos colectivos y sólo uno afectó a ámbitos familiares. En 12 brotes se asignó etiología infecciosa; en uno, un agente tóxico, y en el resto no pudo determinarse el tipo de etiología.

Además, 14 brotes se asociaron al consumo de alimentos y uno tuvo origen hídrico. Mientras, en tres brotes no se pudo esclarecer el origen.

Existen una serie de factores que favorecen las toxiinfecciones alimentarias. En primer lugar, la producción y elaboración d alimentos en grandes cantidades hace que un mismo producto llegue a numerosos consumidores, de forma que si está contaminado afectará a muchas personas.

Así, los principales factores que contribuyen a la aparición de toxiinfecciones es la utilización de productos de procedencia dudosa, el almacenamiento defectuoso, las temperaturas inadecuadas, un tiempo de conservación demasiado largo, o la falta de higiene de locales, utensilios y cualquier objeto que pueda estar en contacto con los alimentos, entre otras muchas cosas.

Finalmente, la Conselleria ha recordado también la importancia de ofrecer a los clientes la información del contenido de alérgenos de todos los productos que ofrecen porque es la única forma que tienen las personas que sufren alergias o intolerancias alimentarias de evitar un grave problema para la salud.

La información del contenido de los platos tiene que estar documentada y puesta al alcance de los técnicos de la Consejería de Salud cuando sea requerida.

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