Según ha indicado la Junta en una nota, la actividad, organizada conjuntamente con la asociación Poley de fibromialgia de la localidad, ha contado también con la colaboración del Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera y de la residencia de mayores de la localidad Sar Quavitae.
De la coordinación de esta mesa redonda, que nace de la Comisión de Cuidados de Área Interniveles --atención primaria y especializada--, se han encargado el enfermero gestor de casos de la Unidad de Gestión Clínica de Aguilar de la Frontera, José Luis Montero, y el supervisor de Hospitalización del Hospital de Montilla, Miguel Ángel Caraballo.
Así, la médico especialista en Medicina Interna del Hospital Comarcal de Montilla, Lucía Martínez, ha explicado en su intervención los aspectos fisiopatológicos relacionados con la fibromialgia, profundizando en los distintos tipos de síntomas, el desarrollo de la enfermedad y cómo ésta puede ir evolucionando, así como tratamientos e investigaciones recientes relativos a ella.
Por su parte, la psicóloga del centro residencial de mayores aguilarense, Sonia López, ha explicado cómo ciertos pensamientos, en ocasiones distorsionados, afectan al umbral de la percepción del dolor. En este sentido, ha expuesto estrategias de afrontamiento que permiten manejar situaciones o episodios críticos de manera más eficiente, junto con herramientas, como son las técnicas de autocontrol emocional unidas a un estilo de vida saludable, que puede disminuir los síntomas de la enfermedad.
Igualmente, la fisioterapeuta del centro residencial, Lourdes Bujalance, ha ahondado en el abordaje del dolor, la naturaleza y tipología del mismo, para posteriormente profundizar en el síndrome de la fibromialgia y los actuales enfoques desde la evidencia científica publicada.
También han participado en la mesa redonda pacientes de fibromialgia, contando su experiencia personal con la enfermedad y debatiendo acerca de ella. Asimismo, de la presentación de la mesa se han encargado Ascensión Salamanca, presidenta de la Asociación Poley, la concejala de Igualdad y Bienestar Social del Consistorio aguilerense, María del Carmen Berenguer, y la directora de la Unidad de Gestión clínica de Aguilar de la Frontera, María del Carmen Martín.
PROCESO ASISTENCIAL INTEGRADO
El Proceso Asistencial Integrado de fibromialgia fue puesto en marcha por la Consejería de Salud en 2007 para mejorar la atención sanitaria que reciben los afectados por esta patología, aunando la práctica clínica en torno a esta enfermedad. Se trata de un modelo de organización que garantiza la accesibilidad de los pacientes a los servicios sanitarios y favorece la continuidad asistencial gracias a la coordinación existente entre los servicios de atención primaria y especializada.
Por medio de él se han desarrollado los protocolos a seguir con estos pacientes que abarcan las actuaciones de médicos de familia, reumatólogos, rehabilitadores, fisioterapeutas, psicólogos y otros profesionales sanitarios.
En este sentido, la intervención del médico de atención primaria resulta fundamental en la atención a estos pacientes, ya que es el primero que puede percibir los síntomas que ayudan a diagnosticar la enfermedad.
La fibromialgia suele manifestarse con dolores crónicos generalizados --sin signos inflamatorios-- como fatiga, rigidez matutina, trastornos del sueño o alteraciones del estado de ánimo, entre otros signos asociados. También se identifica por el dolor a la presión en al menos once de los 18 puntos sensibles definidos para el diagnóstico de la enfermedad.
Se estima que en España, más de un millón de personas podrían sufrir fibromialgia, mientras que en Andalucía la cifra puede llegar a afectar a 200.000 ciudadanos. Esta patología puede presentarse de manera aislada o asociada a otras enfermedades y se caracteriza por un estado de dolor crónico y generalizado, que presenta una elevada comorbilidad (presencia de uno o más trastornos o enfermedades) y afecta a la calidad de vida de las personas que la padecen.
La atención a los pacientes con fibromialgia se inicia un plan terapéutico atendiendo al nivel de los síntomas y basado en tres pilares fundamentales: ejercicio físico, tratamiento médico y terapia educacional. Tras esta fase primaria del tratamiento, y según el estado del paciente, se remite después a otros profesionales para un abordaje más específico.
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