Subdelegación del Gobierno confirma que los sedimentos del río Guadarranque no son obra de narcotraficantes

Según ha informado la Subdelegación en una nota, dada la singularidad del río por su ubicación, dinámica del estuario y que en la zona interactúan una serie de circunstancias naturales a lo que se suma la cercanía con el propio Estrecho, hay distintos factores naturales que pueden haber colaborado en el depósito de estos sedimentos en las márgenes, principalmente en la de San Roque. Además, ha indicado que tampoco hay que descartar los restos de sedimentos removidos del fondo del cauce en el reciente dragado que se ha realizado.

Asimismo, ha destacado que el río Guadarranque, por su configuración como río mediterráneo, presenta una alta irregularidad de su caudal, y durante el año natural sufre importantes avenidas que se invierten en periodos estacionales del estiaje.

Por otro lado, Subdelegación ha asegurado que influye sobremanera los temporales de viento de levante o de poniente, que en los últimos años han condicionado el cierre de la propia desembocadura, como formaciones recurrentes que se repiten de forma natural según las condiciones que se produzcan en el estuario.

También ha añadido que cabe recordar que durante el verano se produce una alta acumulación de sedimentos en la bocana al reducirse a casi a cero el caudal de salida al mar, manteniéndose únicamente pequeños cauces menores que permiten las subidas y bajadas de marea, que no suelen superar un metro de variación.

De hecho, ha anotado la Subdelegación, el caudal del río está bajando en las últimas semanas, lo que coincide además con el régimen habitual de caudal que se viene produciendo de modo natural y puede ser que, de continuar las condiciones actuales de caudal, dirección y persistencia de viento y de régimen de mareas, el proceso evolucione aún más.

Por último, ha indicado que todo dependerá de por dónde se canalicen los flujos mareales, por una margen o por la otra. La margen derecha se encuentra fijada por obras, lo que ocasiona que no haya dinamismo, siendo habitual que ello provoque aumento de la dinámica de la margen contraria, donde hay ya alguna pequeña acumulación de arena.