Sombatsiri ha señalado que estas escamas, que en la cultura china son muy valoradas por sus propiedades afrodisiacas, se venden por unos 40.000 baht (unos 1.000 euros) el kilo, por lo que el alijo incautado tendría un valor de casi tres millones de euros.
Para sumar tal cantidad de escamas han tenido que ser sacrificados al menos 6.000 pangolines, incluido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) en la categoría 1 de animales en peligro de extinción.
La exportación e importación de partes de especies incluidas en esta categoría --en la que también se encuentran los cuernos de rinoceronte o los colmillos de elefantes-- está prohibida, si bien el pangolín es uno de los animales con los que más se trafica en el mundo.
Según la ONG Save Vietnam Wildlife, un pangolín es capturado cada cinco minutos, lo que hace un total de 100.000 ejemplares cada año.
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