Turquía sigue combatiendo a las milicias kurdas en Siria, para inquietud de EEUU

Turquía advirtió el lunes de que seguirá combatiendo a las milicias kurdas en el norte de Siria mientras estas no se retiren al este del río Éufrates, una situación que Washington consideró "inaceptable", pidiendo el cese de los combates.

"Como prometió Estados Unidos, las YPG (unidades de protección del pueblo kurdo), deben volver al este del Éufrates lo antes posible, y mientras no lo hagan, seguirán siendo un objetivo", declaró el lunes el ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, en el sexto día de ofensiva turca en el norte de Siria.

Al mismo tiempo, aviones de combate turcos bombardearon posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la región de Gara, en el norte de Irak, informó la agencia de prensa progubernamental Anadolu.

El ejército turco, que sigue inmerso en la operación "Escudo del Éufrates" dirigida al mismo tiempo contra los combatientes kurdos y el grupo Estado Islámico (EI) en Siria, anunció el domingo que había matado a "25 terroristas kurdos", tras haber sufrido su primera baja terrestre.

El gobierno de Ankara, en permanente conflicto con los kurdos en su propio territorio, ve con preocupación la idea de que los kurdos sirios formen un cinturón de territorios en su frontera, al considerar que esto amenazaría la seguridad de su país.

"El objetivo de la operación es limpiar la región del grupo yihadista Estado Islámico (EI) e impedir" que los kurdos "establezcan un corredor de lado a lado" de la frontera, lo que "dividiría a Siria", aseguró el viceprimer ministro turco Numan Kurtulmus.

Por su parte, el enviado estadounidense en la coalición contra el grupo Estado Islámico (EI), Brett McGurk, consideró los enfrentamientos en Siria entre las fuerzas turcas y las milicias kurdas "inaceptables", y pidió a ambas partes que cesen los combates.

"Queremos dejar claro que consideramos estos enfrentamientos inaceptables y que son fuente de profunda preocupación", agregó el Pentágono en un comunicado dirigido a la AFP, al tiempo que instó a todas las partes a deponer las armas.

Ankara considera al partido kurdo sirio PYD (Partido de Unión Democrática) y a su rama militar, las YPG, como organizaciones "terroristas"., pese a que Estados Unidos -aliado de Turquía en la OTAN-, apoya a los kurdos de Siria al considerarlos como los más eficaces combatientes contra el EI.

"En los lugares a los que llegan, las YPG obligan a todo el mundo a emigrar, incluidos los kurdos que no piensan como ellos y proceden a una limpieza étnica", aseguró Cavusoglu.

Según el ministro, la zona alrededor de la ciudad de Minbej, al oeste del Éufrates y recientemente arrebatada por las YPG al EI, es mayoritariamente árabe.

El jefe de la diplomacia turca celebró asimismo el éxito de la operación relámpago en la localidad de Jarablos, de la rebeldes sirios proAnkara expulsaron al EI el pasado miércoles.

El ejército turco indicó en un comunicado que había había abierto fuego 61 veces contra 20 objetivos en el norte de Siria en las últimas 24 horas, sin precisar a qué grupos había atacado.

El domingo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos había afirmado que los bombardeos turcos en Siria habían matado al menos a 40 civiles, alegaciones firmemente desmentidas por el gobierno turco, para el que el ejército toma "todas las medidas necesarias para evitar golpear a la población civil".

El Consejo militar de Jarablos, ligado a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) prokurdas, anunció en un comunicado que sus fuerzas se habían retirado al sur del río Sajur "para proteger las vidas de los civiles".

Aunque esta decisión va en línea con las exigencias turcas, sigue manteniendo a fuerzas afiliadas a las FDS al oeste del Éufrates.

En el frente diplomático, el ministerio sirio de Exteriores condenó "las violaciones, las agresiones y las masacres cometidas por el régimen turco", calificándolas de "crímenes contra la Humanidad", en una carta dirigida a la ONU y difundida por la agencia oficial Sana.

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