Viejos métodos para nuevos marinos en buque escuela español que reclala en EEUU

El buque escuela "Juan Sebastián de Elcano" de la Marina de Guerra de España atracó este martes en el puerto estadounidense de Baltimore. A bordo enseñan antiguas técnicas de navegación a los nuevos marinos en la era del GPS.

En la última parada de una gira que incluyó a varios países de América Latina, el bergantín-goleta de cuatro palos echó anclas en este viejo puerto del noreste de Estados Unidos, donde fue recibido por un puñado de curiosos y familiares de sus casi 300 tripulantes en una nublada mañana, observaron periodistas de la AFP.

"Venimos con ilusión y muchas ganas a esta ciudad donde sabemos que somos bien recibidos", dijo el comandante de la embarcación, capitán de navío Victoriano Gilabert, en rueda de prensa a bordo del buque que lleva el nombre del navegante español que completó la primera vuelta al mundo en 1522.

Antes de partir el 5 de junio hacia España, los marinos españoles visitarán a sus homólogos estadounidenses en la Academia Naval de Estados Unidos, en la cercana Annapolis, y a la compañía de defensa Lockheed Martin, poniendo fin a su 87° crucero en casi noventa años de historia.

Construido en 1927 y con más de 200 puertos visitados -especialmente en América Latina-, el velero sirve para la formación de oficiales de la Marina, al tiempo que también es un instrumento de la diplomacia española.

"Es un pedazo de historia viva", dijo Gilabert, que habló en inglés.

A pesar de su antigüedad, gigantescas velas y timón, el velero, terminado con una pulida cubierta de madera, sigue siendo relevante para la formación de oficiales de marina en la era de los instrumentos electrónicos y la ubicación satelital, afirmó Gilabert.

"El barco refleja la navegación de otras épocas y eso contrasta un poco cuando pensamos que los oficiales del futuro deben ser personas muy metidas en las nuevas tecnologías y así es", dijo el veterano capitán, quien explicó que los cadetes estudian simultáneamente una carrera en ingeniería.

"Pero pensamos que es importante para completar su formación y su acerbo como oficial de Marina", dijo.

En el buque, los 80 estudiantes o "guardiamarinas" aprenden a navegar arreando velas o cómo no perderse en el mar siguiendo las estrellas.

El velero, de 131 metros de eslora y 13 de manga, zarpó el 5 de marzo en Cádiz con sus 261 tripulantes, 36 de ellos mujeres.

La vida en el mar es excitante, pero tres meses en altamar tienen un efecto desgastante en la tripulación, dice el marinero José Parrales.

"Es duro salir a navegar y dejar a tu esposa, no verla por tres o cuatro meses", dijo a la AFP este ecuatoriano nacionalizado español de 28 años.

Pero esta vez está "súper contento". Su esposa Lissette Merchán había volado desde Ecuador y lo esperó en Baltimore para cinco días de una apretada agenda de turismo en Washington y Nueva York.

La vida de marinero le ha dado oportunidades únicas a esta pareja, como conocer Lima y Cartagena de Indias, ir de puerto en puerto. "Es una de las ventajas que tenemos", dice Lissette.

Tras partir de España, el "Juan Sebastián de Elcano" atracó en Fortaleza (Brasil), San Juan (Puerto Rico) y La Habana (Cuba).

En Estados Unidos, recaló en Miami y, poco antes de llegar a Baltimore, se cruzó con sus similares de Venezuela y de Argentina, que arribará a esta ciudad el viernes.

Luego le tomará unos 25 días en cruzar el Atlántico para volver a España.

Buena parte de este tiempo, José Parrales lo pasará haciendo lo que más le gusta: encaramarse en los elevados mástiles del barco, atando nudos y maniobrando velas, o como dice "buscando el viento".

"En lo más alto del barco, te sientes poderoso porque estás en la cima y estás rodeado del océano", dijo. "Es increíble".

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