La Xunta activó el nivel 1 de alerta este lunes, después de detectar niveles por encima de lo marcado por el protocolo en estas áreas. No obstante, la situación mejoró a última hora, con el descenso de las temperaturas y en estos momentos sólo se encuentra cerca del nivel máximo Santiago de Compostela.
Por ello, los técnicos de la Rede de Calidade do Aire permanecen atentos a las variaciones registradas por los medidores, que envían datos cada hora, aunque no se prevé que la situación pueda empeorar.
Fuentes de la Consellería confirmaron a Europa Press que el desencadenante de esta mayor concentración de ozono no se debe a ningún agente externo o a la contaminación industrial, sino que ha sido "claramente natural", como consecuencia de la radiación solar y las altas temperaturas, por lo que se prevé que se disipe "en cuanto bajen las temperaturas o se nuble".
Las mismas fuentes han mantenido que es "habitual" que con temperaturas extremas durante varios días seguidos se produzca este tipo de avisos. Ante ello, han insistido en la importancia de que las personas más sensibles tomen precauciones ante posibles síntomas, como irritación nasal, de garganta u ocular, dolores respiratorios, o mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias.
El ozono es un gas incoloro e inodoro que se genera en la troposfera por reacciones fotoquímicas entre ciertas sustancias llamadas precursores, y cuyo nivel más alto se produce habitualmente en el periodo estival, con las altas temperaturas y la mayor radiación solar.
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