A Buteflika se le acumula el trabajo tras dos meses de ausencia

  • Al presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, que fue ingresado en París hace dos meses tras sufrir un ictus, se le acumulan los compromisos políticos y legislativos, mientras se mantiene el silencio sobre su evolución.

Jorge Fuentelsaz

Argel, 27 jun.- Al presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, que fue ingresado en París hace dos meses tras sufrir un ictus, se le acumulan los compromisos políticos y legislativos, mientras se mantiene el silencio sobre su evolución.

La clausura de las festividades por el 50 aniversario de la independencia del país, el próximo 5 de julio, fiesta nacional; la urgencia para la adopción de la Ley Complementaria de Finanzas o la ceremonia de gradación de los altos oficiales del Ejército son algunos compromisos que esperan al presidente en Argelia.

Sin embargo, el silencio entorno a la evolución de su convalecencia en el hospital Des Invalides, en París, o sobre una eventual fecha de regreso continúa siendo sepulcral.

Más allá de vagos informes sobre su estado de salud, desde que Buteflika fuera ingresado el pasado 27 de abril en el hospital militar de Val de Grace, antes de ser trasladado a Des Invalides, sólo han sido difundidas unas imágenes del presidente, el pasado 12 de junio, 47 días después de aterrizar en la capital gala.

Las imágenes, transmitidas en diferido y sin sonido por la televisión estatal, mostraron a un Buteflika con dificultades de movimiento en el brazo izquierdo durante una reunión con el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Ahmed Gaid Saleh, y con el primer ministro, Abdelmalek Selal.

Según el propio Selal, la máxima autoridad del poder político y militar solicitó durante la reunión que se acelere la adopción de la Ley Complementaria de Finanzas, que corrige los desvíos presupuestarios de la Ley de Finanzas, y que tradicionalmente es adoptada en un Consejo de Ministros presidido por Buteflika.

A esta urgencia, se suma la importancia simbólica del Día Nacional de la Independencia, el 5 de julio, una de las ineludibles citas del jefe de Estado, y cuyas celebraciones comienzan hoy en la Academia militar de Cherchel, con un acto oficial al que no asistirá el presidente.

Estas cuestiones han despertado, una vez más, el sueño ligero de los rumores de la prensa argelina, que contrastan con la opacidad oficial. Y diarios como L'Expresión han empezado a hablar de un posible regreso del presidente para antes de esa fecha .

Asimismo, la prolongada ausencia de Buteflika mantiene dividida a la familia política ante los comicios presidenciales previstos para abril próximo, que adquieren cada día una mayor presencia.

Por un lado, los grandes partidos gubernamentales, Frente de Liberación Nacional (FLN) y Reagrupación Nacional Democrática (RND), que cuentan con el apoyo de varios grupos satélites y, por otro lado, algunos partidos opositores.

Los primeros, como Amar Gul, ministro de Obras Públicas y presidente de la Reagrupación de la Esperanza de Argelia (REA), y Amara Benyunes, ministro de Medio Ambiente y secretario general del Movimiento Popular Argelino (MPA), sostienen públicamente su apoyo, incluso, a un cuarto mandato de Buteflika, presidente desde 1999.

Los segundos, con la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD) de Mohcine Belabbes a la cabeza, piden la incapacitación del jefe del Estado por motivos de salud y el adelanto de los comicios.

Por su parte, el principal partido islamista, Movimiento por la Sociedad de la Paz, dirigido desde mayo pasado por Abderrazak Mokri, es contrario a una eventual inhabilitación, mientras ha comenzado una serie de contactos con el resto de grupos islamistas para encontrar un candidato de consenso para las próximas presidenciales.

La parálisis política y el abrumador silencio oficial ha alentado también a los analistas y medios argelinos a aventurar pronósticos sobre los candidatos a la sucesión de Buteflika y que podrían contar con el apoyo de los mayoritarios FLN y el RND y el respaldo de las Fuerzas Armadas.

El actual primer ministro Selal y los antiguos jefes de Gobierno Ahmad Benbitur, Ali Benflis y Mulud Hamruch son los nombres que más suenan en las quinielas de analistas y medios, junto al del expresidente Liamin Zerual e incluso al actual presidente del Senado y dirigente interino del RND, Abdelkader Bensalah.

Pero el eco de los nombres susceptibles de recabar el consenso de los principales actores de la política argelina, marcada por el peso que siempre han tenido las Fuerzas Armadas, no se queda aquí.

Se amplia con los últimos dos presidentes del Ejecutivo, Abdelaziz Beljadem y Ahmed Ouyahia, y continúa con un amplio rosario de candidatos menores que ya probaron suerte en anteriores citas electorales.

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