Pablo L. Orosa
A Coruña, 26 jul.- Durante toda la mañana las concentraciones silenciosas por el accidente ferroviario del pasado miércoles han ido enmudeciendo A Coruña en recuerdo de las víctimas.
La corporación municipal, encabezada por su alcalde, Carlos Negreira, ha guardado este mediodía cinco minutos de silencio a las puertas del palacio de María Pita en recuerdo de las víctimas.
En el acto han participado también el expresidente de la Xunta, Fernando González Laxe, y el exalcalde y senador Javier Losada.
Una hora antes, a las 11.00 horas, era la Delegación del Gobierno en A Coruña la que acogía otra concentración silenciosa; mientras que a las 13.00 horas era la Autoridad Portuaria la que convocaba cinco minutos de silencio ante la sede del organismo.
Las concentraciones silenciosas en memoria de las víctimas, a las que se han sumado centenares de ciudadanos, se han extendido por toda la comarca: Culleredo, Oleiros, Sada o Betanzos...
Ya en la jornada de ayer fueron varios los actos suspendidos, como las fiestas en Arteixo, Culleredo o Sada, o la primera jornada de la regata Rías Altas.
A las 20.42, coincidiendo con la hora del accidente, varios centenares de personas se reunieron en torno a una bandera gallega jalonada por cintas negra en la estación de San Cristóbal para homenajear a las víctimas.
Fue A Coruña una de las ciudades más afectadas por la tragedia: un total de 37 familias -según la cifra oficial facilitada por el Ayuntamiento, aunque podría haber más- se vieron afectadas por el accidente.
La estación de San Cristóbal, donde el tren siniestrado tenía su parada prevista a las 21.30, se convirtió el pasado miércoles en otro foco de dolor e incertidumbre.
Durante horas, decenas de personas -hasta un centenar en algunos momentos- desesperaban en el andén ante la falta de noticia sobre sus seres queridos.
El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, fue de los primeros en llegar para coordinar un dispositivo de asistencia en el que participaron 62 personas.
A medida que avanzaban las horas, la desesperación de algunas familias se fue tornado en esperanza al localizar a sus allegados en las listas provisionales de heridos.
Para otros, en cambio, el incontenible paso del tiempo sólo pudo agravar su desdicha.
A Coruña permanecerá de luto durante los próximos siete días.
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