En un correo, José Dominguez Abascal afirmó que "falta liquidez para afrontar las nóminas de febrero", dijo a la AFP, Juan Manuel Moreno, de CCOO, principal sindicato de Abengoa.
Según él, una parte de los asalariados, principalmente los obreros, podría recibir su paga con retraso, pero no el resto.
Abengoa está inmersa desde el 25 de noviembre, fecha en la que se declaró en preconcurso de acreedores, en una carrera contrarreloj para evitar la quiebra, que sería una de las más importantes ocurridas en España. Su dirección intenta conseguir antes del 28 de marzo un acuerdo con sus principales acreedores para renegociar su deuda.
Abengoa empleaba a unas 28.700 personas a finales de septiembre, de ellas, unas 7.000 en España, según las últimas cifras disponibles.
El grupo con sede en Sevilla presentó a sus acreedores un plan de saneamiento que prevé la venta de activos para dar lugar a una entidad más pequeña, pero viable.
A mediados de febrero calculaba que necesitaba unos 826 millones de euros para seguir funcionando en 2016.
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