Abogan por unir humanismo y tecnología para lograr que la lectura sea industria

  • Salamanca.- El presidente de la Red de Universidades Lectoras, Eloy Martos Núñez, ha abogado hoy por unir el humanismo con la tecnología "para conseguir que la lectura y la escritura sean una industria cultural de primera magnitud" y de este modo influir en cuestiones que "tienen que ver con tolerancia y género".

Abogan por unir humanismo y tecnología para lograr que la lectura sea industria
Abogan por unir humanismo y tecnología para lograr que la lectura sea industria

Salamanca.- El presidente de la Red de Universidades Lectoras, Eloy Martos Núñez, ha abogado hoy por unir el humanismo con la tecnología "para conseguir que la lectura y la escritura sean una industria cultural de primera magnitud" y de este modo influir en cuestiones que "tienen que ver con tolerancia y género".

Así lo ha puesto de manifiesto en declaraciones a los periodistas en Salamanca antes de presentar la Red de Universidades Lectoras, una iniciativa que, a pesar de haberse creado hace tres años, según ha señalado, "ya cuenta con más de un treintena de universidades de España, Italia, Portugal, Brasil, México y Argentina".

Martos ha explicado que el objetivo de la entidad que preside pasa por "promocionar la lectura y la escritura en el ámbito de la universidad y fuera de ella", ya que, según ha insistido, el éxito de la Red "está en una visión global de la lectura como parte de la cultura ciudadana y universitaria".

A su juicio, en la cultura actual "no tiene sentido la dicotomía entre las letras y las ciencias" y de ahí que haya confiado en que la Red "contribuya a llenar el vacío que existía en la universidad española" porque, según ha proseguido, hasta la creación de la entidad "no había ningún organismo que hiciera ese trabajo desde una visión global y de cooperación".

Martos ha calificado de "falsa dicotomía" pensar que las letras y la cultura electrónica "están en contra", dado que, a su juicio, "hoy no se escribe ni se lee menos que antes, sino todo lo contrario".

"Lo que ocurre -ha apostillado- es que hay una diversidad de lenguajes y formatos, y quizá sea la universidad una de las pocas instituciones que puede hacer esa síntesis".

En este sentido, ha reconocido que se necesitan "mediadores con esa visión entre los medios tradicionales y las nuevas tecnologías", y como ejemplo ha puesto a Miguel de Cervantes, cuyo papel, según ha sostenido, "estuvo a caballo entre la cultura impresa y la realidad".

En su opinión, los ciudadanos que tienen reticencias a las nuevas tecnologías "van a quedarse anclados, al igual que los que desprecian el legado de la cultura tradicional".

De este modo, ha augurado que a medida que "los temas de lectura y escritura avancen influirán en cuestiones que hoy preocupan como la inclusión cultural, la tolerancia, la multiculturalidad y el respeto".

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