Aborto. El papa apunta a “los niños asesinados antes de nacer” como prueba del escaso valor que se le da al ser humano


El Papa Francisco afirmó este martes que el ser humano corre el riesgo de ser reducido a un “mero engranaje de un mecanismo que lo trata como un simple bien de consumo”, de manera que “cuando la vida ya no sirve a dicho mecanismo, se la descarta sin tantos reparos, como en el caso de los enfermos terminales, de los ancianos abandonados y sin atenciones, o de los niños asesinados antes de nacer”.
Así se manifestó el Papa en el discurso que pronunció en el Parlamento Europeo durante su breve estancia en Estrasburgo, donde también incidió en la necesidad de luchar con más fuerza contra la pobreza, lo que suscitó el aplauso de todos los europarlamentarios.
El Sumo Pontífice advirtió de que el escaso valor que se le está empezando a otorgar al ser humano es resultado inevitable de la “cultura del descarte” y del “consumismo exasperado”. En su opinión, se debería avanzar en el camino inverso, es decir, defender la dignidad de la persona.
A su juicio, esto significa reconocer el valor de la vida humana, “que se nos da gratuitamente y, por eso, no puede ser objeto de intercambio o de comercio. Ustedes”, afirmó dirigiéndose a los europarlamentarios, “están llamados también a una gran misión, aunque pueda parecer inútil preocuparse de la fragilidad de los pueblos y de las personas”.
En cuanto a la inmigración, Francisco comentó que Europa será capaz de hacer frente a las problemáticas asociadas a la inmigración si es capaz a su vez de proponer con claridad su propia identidad cultural y poner en práctica legislaciones adecuadas que sean capaces de tutelar los derechos de los ciudadanos europeos y de garantizar al mismo tiempo la acogida a los inmigrantes.
“No se puede tolerar que el mar Mediterráneo se convierta en un gran cementerio”, dijo en referencia a las muertes que se producen cuando los inmigrantes procedentes de África intentan llegar a las costas europeas.

Mostrar comentarios