Abren las puertas del hotel Madrid

  • Decenas de personas habitaban hoy el edificio, que ha estado cerrado al público durante varios años y pertenece al grupo inmobiliario Monteverde.

Algunos de los activistas del Movimiento 15-M permanecen en el hotel Madrid, situado en la calle Carretas y ocupado la noche del sábado pasado y llevan a cabo labores de limpieza, reconstrucción y mantenimiento para darle un uso que pretenden sea de interés social.

Decenas de personas habitaban hoy el edificio, que ha estado cerrado al público durante varios años y pertenece al grupo inmobiliario Monteverde.

Hasta el momento no se ha decidido para qué se usará este antiguo hotel que cuenta con cinco plantas, sótano y dos azoteas.

Durante la mañana los ocupantes han continuado con las labores de rehabilitación de este inmueble que ya cuenta con luz eléctrica pero no agua corriente.

'El estado del edificio es muy bueno', explica Rubén, un joven que duerme en un colchón en el suelo de una habitación de la primera planta.

Rubén ha declarado que antes de que ellos llegaran el edificio ya había sido ocupado y que alguien se había llevado la mayoría de cables de cobre, lo que explica los grandes agujeros en muchos techos de habitaciones y pasillos.

El movimiento celebró una asamblea informativa para distribuir responsabilidades y labores como vigilar la puerta, preparar desayunos, arreglar desperfectos y sobre todo limpiar toda la basura y escombros acumulados durante años.

El hotel paró su actividad hace ya mucho tiempo y eso se nota en los objetos almacenados que se puedan encontrar como televisiones de tubo que ya no se fabrican o una máquina de escribir cubierta de polvo.

Uno de los almacenes, situado en la primera planta, está lleno de sobres, toallas, mantas, lámparas, teléfonos viejos y otros objetos que los 'indignados' evalúan cómo reutilizar o dónde ponerlos para que nada se rompa y que nadie robe nada, pues la puerta está abierta a todo el que se anime a pasar.

A lo largo del día, turistas y curiosos locales han permanecido frente a la fachada del hotel en la calle Carretas discutiendo sobre política y opinando acerca de las acciones del Movimiento 15-M.

Otros jóvenes limpian la gran vajilla que han encontrado en el hotel, traen agua del exterior y artículos de limpieza para dejar los baños utilizables.

El ritmo es intenso, siempre hay alguien subiendo y bajando las escaleras enmoquetadas que rodean un antiguo e inútil ascensor.

Largos pasillos con alfombras rojas y puertas marrones con chapas doradas componen cada una de las plantas superiores del inmueble, excepto la primera donde los 'nuevos inquilinos', como se define otro 'indignado', han situado las zonas de reunión y trabajo común.

La ocupación de este hotel ha sido una de las consecuencias inmediatas de la asistencia multitudinaria a la convocatoria de manifestacióncelebrada en Madrid el pasado 15 de octubre.

Otra consecuencia son Luis Fernández y Juan Sánchez, dos trabajadores que han decidido ponerse en huelga de hambre para 'pedir dignidad y la dimisión de todos los diputados para convocar una asamblea constituyente'.

Permanecen sin comer desde la noche del sábado y pasan el día sentados en el bordillo de alguna de las fuentes de la Puerta del Sol, con la idea de quedarse al menos hasta el 19 de noviembre, día antes de las elecciones generales, si el cuerpo se lo permite.

EFE
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