En la pequeña localidad de francesa de Mugron, los vecinos no salen de su asombro ante lo sucedido con Fabien T., un hombre que quemó con ácido a una panadera porque era su competidora por el puesto de trabajo y que, la noche de este jueves, se sucidió tras ser detenido.
Según informan fuentes judiciales al diario 'Le Parisien', Fabien era un hombre que vivía en "situación de precariedad", y a pesar de contar con una promesa de contratación en la panadería, el paso del tiempo sin recibir la llamada para entrar a trabajar hizo mella en la mente de este quincuagenario.
"Pensó que la mujer de 65 años que trabajaba en la panadería era su rival por el puesto, a pesar de que solo se la había cruzado varias veces", señalan los investigadores. "Se hizo una película en su cabeza", añade muy enfadado la dueña de la panadería.
Una agresión meditada
Había hecho una entrevista en octubre y el dueño le prometió contratarlo en diciembre, compartiendo tareas con la empleada de 65 años. Todo transcurría con normalidad hasta que el 18 de octubre la empleada no acudió a trabajar. El dueño fue a su vivienda a buscarla y se la encontró sentada en una silla con la cara quemada completamente desfigurada tras ser agredida por un hombre, pero sin haver podido identificarlo.
Mientras tanto, Fabien cogió el puesto en la panadería e hizo como si no hubiese pasado nada. Sin embargo, los investigadores fueron acumulando pruebas contra él, desde objetos personales cerca de la casa de la víctima, pasando por la localización de su móvil en el lugar de los hechos a la hora de los mismos, hasta los vídeos de las cámaras de vigilancia . El 13 de diciembre, finalmente, fue detenido. Una semana más tarde, Fabien T. se suicidó cuando estaba en prisión preventiva. Los detalles del suicidio no trascendieron.
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