Activistas mexicanos, a la búsqueda de pistas de indocumentados desaparecidos

  • Barrón México, 28 oct.- Los organismos defensores de indocumentados se han convertido en una pieza clave en la búsqueda de pistas sobre el paradero de inmigrantes desaparecidos en México y en una esperanza para miles de madres centroamericanas, ante unas autoridades omisas.

Ana López-Barrón

México, 28 oct.- Los organismos defensores de indocumentados se han convertido en una pieza clave en la búsqueda de pistas sobre el paradero de inmigrantes desaparecidos en México y en una esperanza para miles de madres centroamericanas, ante unas autoridades omisas.

Una de ellas, Ana Enamorado, perdió el rastro de su hijo en 2010 cuando se encontraba en el estado occidental de Jalisco, pero ya sabe dónde está gracias al trabajo del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM).

"A mi hijo lo tiene retenido el crimen organizado", "sabemos dónde está", pero el problema es que "no podemos llegar ahí (...) porque el lugar es muy peligroso", dijo a Efe.

La coordinadora del MMM en México, Marta Sánchez Soler, explicó que en este como en otros casos de centroamericanos que desaparecen en territorio mexicano el movimiento lleva a cabo "las pesquisas" para dar con su paradero.

"Así los hemos localizado, siguiendo la pista de la última llamada, por ejemplo, (si) tienen un teléfono, un recibo de dinero que les mandaron, así seguimos la pista en campo", declaró a Efe.

La activista admitió que la tarea "no es fácil", pero les ha dado resultados y han logrado reunir a muchas familias o bien restablecer el contacto, "independientemente de si desean regresar a su país o no y así la madre descansa".

La caravana de madres centroamericanas que cada año organiza el MMM por el territorio mexicano terminó en 2012 con la localización de seis inmigrantes.

Sobre el hijo de Enamorado, la activista mexicana señaló que han denunciado el caso ante la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) y aportado las pistas.

"Lo está buscando el Estado porque nosotros, por la peligrosidad, no quisimos mandar a nadie, parece que esto es lo que sigue, lo han prometido", dijo.

Sin embargo, afirmó que seguirán "dándole mucha lata (a la PGR), porque tienen la pista clarita con nombre, con dirección, con teléfono, con todo y no van ahí, porque no hacen trabajo de campo, hacen pesquisas de gabinete".

La madre de este joven hondureño aún no entiende por qué su hijo es víctima del crimen organizado. "Nuestros hijos no vienen con la intención de hacerle daño a nadie", aseguró.

Andrea González, también defensora de inmigrantes en el Estado de México (centro del país), indicó que los indocumentados se han convertido en presa fácil para las organizaciones criminales, que los utilizan para "seguir realizando sus labores ilícitas".

En agosto de 2010 la masacre de 72 indocumentados en un rancho de San Fernando, en el estado norteño de Tamaulipas, no dejó lugar a dudas. Los inmigrantes fueron asesinados por miembros del cártel de las drogas de Los Zetas porque se negaron a colaborar con esa organización.

El director ejecutivo de Amnistía Internacional (AI) en México, Perseo Quiroz, destacó la necesidad de "hacer visible que no son casos aislados, sino sistemáticos".

Precisamente ese es el objetivo de una exposición fotográfica que el MMM y AI han montado en el Centro Cultural de España para mostrar que "la situación no ha cambiado", que persiste la discriminación, la extorsión, el secuestro y el asesinato de inmigrantes a su paso por México.

"Viajes invisibles, migrantes en México: protejamos sus derechos", es el título de la muestra que estará abierta al público hasta enero de 2014 y se realizó con la ayuda de albergues como Jesús el Buen Pastor, en Tapachula (Chiapas); La 72, en Tenosique (Tabasco), y Hermanos en el camino, en Ciudad Ixtepec (Oaxaca).

Amnistía Internacional critica la falta de apoyo de las autoridades federales, estatales y municipales a la labor que realizan numerosas personas en albergues distribuidos a lo largo y ancho de todo el país.

Activistas, sacerdotes y voluntarios laicos trabajan en esas casas para dar techo y comida a centenares de indocumentados, en su mayoría centroamericanos, durante el largo y tortuoso camino hacia Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades de vida.

La organización humanitaria exhortó a las autoridades a proteger a los defensores de los inmigrantes y a garantizar la seguridad de los indocumentados en su tránsito por México.

Además, demandó la puesta en macha de protocolos de investigación de los asesinatos para hallar a los responsables y poner fin a la impunidad, así como de procedimientos confiables de exhumación de los restos de migrantes.

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