Saná, 11 sep.- La Presidencia yemení alcanzó hoy un acuerdo con el movimiento rebelde chií de los hutíes para formar un nuevo Gobierno y que los insurgentes pongan fin a su masiva movilización, que comenzó el mes pasado y ha derivado en conatos de violencia.
Un responsable presidencial, que participó en la mediación, explicó a Efe que el pacto estipula que el presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, elija a un nuevo primer ministro y que el resto de carteras sean sometidas a negociación, lo que da una oportunidad al movimiento chií para entrar en el gabinete.
Una vez se designe al nuevo jefe de Gobierno, los hutíes tienen que empezar a retirar inmediatamente a sus combatientes de los alrededores de Saná, cuyo repliegue total se completará después de que se anuncie la formación del Ejecutivo.
El pacto establece asimismo la reanudación parcial de los subsidios a los combustibles, cuya cancelación por parte del Gobierno fue el detonante de las protestas de los hutíes.
La fuente reveló que el gobernador de Saná, Abdel Qader Helal, que encabezó las negociaciones por encargo de Hadi, fue el que firmó el acuerdo en representación de la Presidencia yemení.
Por parte del movimiento chií, lo suscribió su jefe del Departamento de Relaciones Políticas, Husein al Hazi.
El acuerdo llega después de que hace dos días al menos siete manifestantes partidarios del movimiento chií murieran y decenas resultaran heridos al disparar la Policía frente a la sede del Gobierno en Saná.
El líder del grupo, Abdel Malek al Hutí, amenazó el martes pasado a las autoridades con recurrir a "opciones estratégicas" en caso de que no respondieran a sus exigencias de restaurar los subsidios a los combustibles y destituir al Gobierno.
Durante esta semana fue destituido además el comandante de las Fuerzas Especiales de Seguridad del Yemen, general Fadl al Kusi, por su fracaso en lidiar con esta crisis, y la aviación yemení bombardeó posiciones de los rebeldes en el norte del país.
Los hutíes, que se alzaron en armas en 2004 dirigidos por Husein al Huti, padre del actual líder, controlan desde 2010 la provincia septentrional de Saada y tratan desde hace meses de ampliar las zonas bajo su dominio.
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