Advierten que la crisis tendrá un impacto negativo en control de hipertensión

  • El presidente de la Sociedad Europea de Hipertensión, Josep Redón, ha advertido hoy de que la crisis económica tendrá un "impacto negativo" en el control de la hipertensión, ya que el poder adquisitivo, junto con el nivel cultural, son "factores determinantes de la esperanza de vida".

Valencia, 5 abr.- El presidente de la Sociedad Europea de Hipertensión, Josep Redón, ha advertido hoy de que la crisis económica tendrá un "impacto negativo" en el control de la hipertensión, ya que el poder adquisitivo, junto con el nivel cultural, son "factores determinantes de la esperanza de vida".

Redón, que también es jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico de Valencia y catedrático de la Universitat de Valencia, ha hecho esta valoración, a través de un comunicado de prensa, coincidiendo con la celebración, el próximo domingo, del Día Mundial de la Salud.

"El empobrecimiento de la sociedad actual afectará tanto a los años que vivamos como a su calidad", ha afirmado y en este sentido ha recordado que la elevación de la presión arterial es la primera causa de mortalidad a nivel mundial, siendo la responsable de más de 7 millones de muertes anuales.

En los últimos 20 años, en España, las enfermedades cardiovasculares, especialmente el ictus y la enfermedad isquémica del corazón, han disminuido su incidencia ajustadas por edad y sexo, lo que, según Redón, está vinculado a un incremento progresivo del estatus socioeconómico, nivel de renta y calidad de vida.

Datos de la Sociedad Europea de Hipertensión ponen de manifiesto la mejoría progresiva en los países occidentales con un elevado nivel socioeconómico, mientras que los países o regiones con bajo nivel no sólo no se reduce el impacto de la hipertensión y sus consecuencias sino que se incrementa.

"El nivel socioeconómico sin duda influye en la calidad de la dieta, el estilo de vida más saludable, la accesibilidad a los sistemas sanitarios, la calidad asistencial, así como la disponibilidad de los medios terapéuticos más adecuados", ha afirmado.

Así, ha concluido que el giro de la situación socioeconómica con el empeoramiento de múltiples indicadores de bienestar, riqueza y calidad de vida en muchas regiones de Europa, entre ellas España, es de prever que produzca un impacto negativo en el control de la hipertensión y en sus patologías asociados.

Redón ha advertido de que el impacto socioeconómico del retroceso en la prevención de las enfermedades cardiovasculares "puede ser de dimensiones incalculables", ante lo que las autoridades y el personal sanitario "tienen el deber y la población el derecho, de que acciones economicistas a corto plazo no repercutan negativamente en la salud".

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