Afganistán. Más de 2 millones de niñas escolizaradas desde 2001


Alrededor de 2.400.000 niñas están hoy escolarizadas en Afganistán, lo que representa un aumento de más de dos millones en comparación con las registradas en 2001.
Así lo refleja un informe dirigido por Oxfam y que firman otras 15 ONG, donde sin embargo se advierte que “la inseguridad, la pobreza y la falta de profesoras amenazan la educación de las niñas afganas”.
Según Oxfam, 1.900.000 afganas están matriculadas en la escuela primaria, cifra que “se reduce a unas 400.000 si hablamos de educación secundaria y de 120.000 niñas en la superior”.
“A los 18 años, sólo el 18% de las jóvenes se encuentra aún en la escuela, en comparación con el 42% de chicos que todavía estudian a esa edad”, agregó.
El trabajo advirtió también de que medio millón de las jóvenes escolarizadas no asiste con regularidad a la escuela y de que ”se están observando retrocesos en los avances conseguidos”.
Bajo el título en Juego. La educación de las niñas en Afganistán, la investigación se realizó mediante entrevistas a 630 padres, 332 profesores, 687 niñas y 105 miembros de las comunidades locales.
Entre otros resultados, destaca que dos tercios de las chicas encuestadas asegura que “quiere terminar la universidad” y que para la mayoría de ellas “la pobreza es la causa principal del abandono tras la educación primaria, seguida de la inseguridad y de los matrimonios forzados”.
Más del 40% de los entrevistados afirmó por su parte que las niñas tienen que dejar la escuela para ayudar a sus familias o porque éstas son demasiado pobres para hacer frente a necesidades como el transporte y los uniformes, mientras que un tercio señaló “la inseguridad” y la extensión del conflicto como el mayor riesgo.
En el informe también se subraya que “las niñas que continúan en la escuela tras la primaria reciben una educación pobre”, debido a la falta de profesoras con formación y de escuelas sólo para niñas (a las que pueden asistir).
De hecho, sólo el 30% del profesorado está compuesto por mujeres y la gran mayoría trabaja en las áreas urbanas y sus alrededores, con más de un tercio de ellas en Kabul.
Muchas de las escuelas no disponen además de infraestructuras necesarias para proveer de una educación de calidad, pues más del 40% de las niñas entrevistadas señalaron que “reciben las clases al aire libre o en estructuras temporales.
Según se deduce del trabajo, “la situación de las chicas en el ámbito rural es la peor”, ya que “en la provincia de Balkh menos de un 10% de las niñas asisten a una escuela construida, mientras que tres cuartas partes de las que viven en Kabul sí lo hacen”.
El informe recalcó por último que “en lugar de nuevos esfuerzos para promover la educación de las niñas, muchos donantes se están centrando cada vez más en la estabilización del país y en la lucha contra la insurgencia”.
“Es crucial que los gobiernos donantes mantengan su apoyo al desarrollo especialmente en lo que respecta a la educación, incluso cuando sus tropas dejen el país”, concluyeron las ONG.

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