Agua sucia para calentar una ciudad

Es el principio de la geotermia, llevado ya no al uso del calor de la tierra, sino de las infraestructuras creadas por el hombre, una inmensa red de canalizaciones de aguas residuales en el subsuelo que, recicladas a base de tecnología, sirven para calentar edificios públicos. Es la última apuesta de varias ciudades en Francia.

El ayuntamiento de Valenciennes, al norte del país y ciudad natal del ministro de Medio Ambiente, Jean Louis Borloo, inauguró en noviembre el nuevo sistema de calefacción de este inmenso edificio de 8.500 metros cuadrados del siglo XVIII. El agua procedente de la ducha, de los electrodomésticos o de las aguas negras de la ciudad servirán de calefacción. Se trata de un sistema sencillo patentado en Suiza y que también ha importado Alemania. La compañía Lyonnaise des eaux, filial del gigante Suez Environnement lleva a cabo el proyecto.

La energía térmica de las aguas residuales varía entre 11°C y 20°C, según la época del año. Esta llega a una serie de portadores de calor instalados en las redes de recuperación de las aguas sucias, desde donde una bomba de calor alimenta un circuito de calefacción. Esta pequeña revolución técnica ahorraría al Ayuntamiento 80.000 euros anuales si pudiera calentar todo el edificio. Pero cuando el frío alcanza temperaturas bajo cero, como en este momento, el sistema cubre el 77% del consumo energético, con un ahorro de 50.000 euros para los contribuyentes.

Este mismo sistema es el que utiliza la piscina pública de la localidad de Levallois-Perret, al norte de París. En septiembre, esta piscina municipal se convirtió en la primera que emplea aguas residuales para llevar el agua de baño hasta los 29 grados centígrados. La inversión del proyecto ha alcanzado 474.000 euros, y el Ayuntamiento espera amortizarlos en diez años, y ahorrar 48.000 euros anuales.

La ciudad de Nanterre, al noroeste de París, está levantando un barrio ecológico de 600 viviendas que contará con la participación de GDF Suez para el aprovechamiento de las aguas residuales para su uso como fuente energética para calefacción. Asimismo, Burdeos nutrirá los sistemas de climatización y de calefacción con este mismo sistema. Incluso el palacio del Elíseo ha anunciado que estudia este mismo sistema. 

Calefacción desde el metro de París

Las posibilidades que ofrece el subsuelo fabricado por el hombre parecen infinitas. Canalizaciones de gas, e incluso el calor humano generado en el metro se abren como ventan para suministrar energía y ahorrar dinero y emisiones contaminantes.

En París, técnicos de la empresa arrendadora de viviendas sociales más importante de Francia, Paris Habitat OPH, que gestiona un parque de 120.000 viviendas, descubrieron durante un proyecto de rehabilitación de oficinas que el edificio conectaba directamente con la línea 11 del metro parisiense a través de unas simples escaleras. La empresa decidió aprovechar esta inmensa red de calor generada por el hombre en el barrio del museo Pompidou para calentar parte del edificio. Las obras ya han empezado y se espera que el sistema esté operativo a principios de 2011.