Al menos 12 muertos en explosiones y enfrentamientos contra policía en China

  • Al menos doce personas han muerto en una serie de explosiones y enfrentamientos contra la policía en la región china de Xinjiang, donde habita la etnia uigur, de religión musulmana y habitualmente enfrentada a los chinos de etnia han.

Pekín, 26 ene.- Al menos doce personas han muerto en una serie de explosiones y enfrentamientos contra la policía en la región china de Xinjiang, donde habita la etnia uigur, de religión musulmana y habitualmente enfrentada a los chinos de etnia han.

El suceso se produjo durante una redada de la policía este fin de semana, después de que el viernes se produjeran tres explosiones en una peluquería, un mercado al aire libre, y al explotar un vehículo, en la localidad de Xinhe, cerca de la frontera con Kirguizistán, informa hoy la prensa estatal.

En el enfrentamiento, las autoridades dispararon a seis personas y otras seis se inmolaron, según la versión oficial, que confirma que cinco personas fueron arrestadas durante la operación sin dar más detalles.

La policía llevó a cabo esta redada "para detener a terroristas", después de los sucesos ocurridos el viernes, en los que los agentes ya detuvieron a tres personas.

Las primeras explosiones se registraron en una peluquería y en un mercado al aire libre, respectivamente, en Xinhe.

Una persona murió y dos quedaron heridas como resultado de esas explosiones, indicaron las autoridades locales.

Posteriormente, un vehículo explotó cuando estaba siendo rodeado por la Policía. Sus dos ocupantes murieron en el estallido, según indicó entonces la agencia oficial Xinhua.

Al menos 92 personas han muerto desde abril pasado en incidentes violentos en Xinjiang, región donde los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad chinas y grupos armados son frecuentes.

China afirma que grupos extremistas promueven la "guerra santa" entre los uigures, etnia musulmana que habita en el sur y oeste de Xinjiang, pero organizaciones de este pueblo en el exilio acusan a Pekín de usar la excusa del terrorismo para aumentar la represión de su cultura y religión.

Las autoridades chinas han endurecido las medidas de seguridad en la región autónoma después de que el pasado octubre un vehículo arrollara a varios viandantes y se estrellara en Tiananmen, en pleno centro de Pekín, en un incidente que causó la muerte de los tres ocupantes del automóvil y dos turistas.

El Gobierno chino calificó el suceso de acto terrorista y atribuyó su autoría a grupos extremistas uigures.

Hace una semana, la Policía china detuvo en Pekín al prominente intelectual uigur Ilham Tohti y a su madre, y se incautó de sus ordenadores y de numerosos documentos, al aducir que el académico era "sospechoso de incumplir la ley".

Las autoridades acusan a Tohti de "ofensas políticas" y le tildan de "separatista", según publica hoy la prensa del país.

El Buró de Seguridad Pública de Urumqi, la capital de Xinjiang, publicó el sábado en su cuenta oficial en internet que "Tohti reclutó seguidores a través de internet para crear problemas, instar al separatismo, e incitarles al odio étnico".

Además, el buró indicó que Tothi decía a sus estudiantes que "los uigures deberían utilizar la violencia y oponerse al gobierno" y que "aquellos que atacaran a la policía de Xinjiang serían héroes".

El intelectual no ha sido acusado formalmente, mientras grupos de derechos humanos han expresado su preocupación por su detención, que su mujer, Guzaili Nu'er, asegura que no tiene "ningún fundamento".

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