La portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Vanessa Huguenin, precisó que la cifra ascendía a 50.000 la semana pasada.
La mayoría de los desplazados permanecieron en sus provincias, a proximidad de sus localidades de origen. Pero algunos huyeron hacia los campos situados cerca del pueblo de Qah, a muy poca distancia de la frontera turca, según la ONU.
"La gente necesita tiendas de campaña, artículos básicos del hogar, comida, agua y saneamiento", explicó Huguenin, que aseguró que los organismos humanitarios siguen aumentando su ayuda a los desplazados, dándoles por ejemplo comidas calientes.
El conflicto en Siria, que ha causado más de 250.000 muertos, comenzó en marzo de 2011, después de que el régimen de Bashar al Asad reprimiera a sangre y fuego unas manifestaciones pacíficas, y se ha convertido en una guerra con múltiples actores.
Uno de ellos, Rusia, aliada del régimen, anunció este lunes que atacó 94 objetivos "terroristas" en las últimas 24 horas, un número récord de bombardeos desde que comenzó la intervención rusa en Siria, el 30 de septiembre.
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