Al menos 29 muertos en ataque yihadista en Burkina Faso

  • Al menos 29 personas murieron a manos de yihadistas en un hotel y un restaurante frecuentados por extranjeros en la capital de Burkina Faso, Uagadugú, un ataque de una magnitud inédita en este pequeño país de África Occidental.

En un nuevo balance, el ministro de Seguridad Interior, Simon Compaoré, evocó el sábado por la noche 29 muertos y unos 30 heridos, así como "176 personas socorridas". El ministro de Trabajo burkinés, Clément Sawadogo, se encuentra entre los supervivientes.

La mayoría de los fallecidos son blancos, indicó una fuente próxima a la fiscalía, que indicó la presencia de cinco burkineses entre las víctimas. Los muertos serían de 18 nacionalidades diferentes, según una fuente de seguridad burkinesa.

Seis canadienses, dos franceses, dos suizos y un estadounidense figuran entre los muertos, anunciaron los respectivos gobiernos.

Compaoré anunció también la identificación de los cuerpos de tres yihadistas, todos ellos hombres, quienes fallecieron durante el asalto de unas doce horas de duración de las fuerzas del orden burkinesas, apoyadas por las fuerzas especiales francesas y estadounidenses.

Una fuente de seguridad había evocado anteriormente la presencia de al menos cuatro yihadistas, entre ellos dos mujeres. El ministro de Seguridad Interior precisó que los atacantes eran "muy jóvenes", menores de 26 años, y que llegaron a bordo de vehículos con matrícula de Níger.

Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) reivindicó el ataque, que lo atribuyó a su filial Al Murabitun del yihadista Mojtar Belmojtar, explicando que se trataba de una "venganza contra Francia y los infieles occidentales", según un comunicado detectado por el observatorio estadounidense SITE.

Asimismo, un responsable del grupo yihadista malí Ansar Dine reivindicó el secuestro el viernes en el norte de Burkina Faso de una pareja de australianos. Según él, los dos cautivos están en manos de yihadistas pertenecientes al "Emirato del Sáhara", un grupo vinculado a AQMI.

"Nuestro puesto diplomático en Accra, en Ghana, trabaja con las autoridades locales sobre un presunto secuestro", declaró a la AFP un portavoz de la cancillería australiana, sin dar más precisiones.

El atentado de Uagadugú comenzó el viernes a las 19H45 con la irrupción de varios atacantes en el hotel Splendid, un establecimiento de lujo en el corazón de la capital burkinesa frecuentado por occidentales y empleados de Naciones Unidas.

El presidente Roch Marc Christian Kaboré llamó al pueblo de Burkina a tener "valor" y mantenerse "vigilante", y decretó un duelo nacional de 72 horas a partir del domingo.

"Fue horrible, la gente estaba acostada y había sangre por todas partes. Disparaban a la gente a quemarropa", contó a la AFP Yannick Sawadogo, uno de los rehenes que consiguieron escapar.

"Les oímos hablando e iban caminando entre la gente y disparando a quienes no estaban muertos. Y cuando salieron, provocaron un incendio", añadió.

El ataque se produjo dos meses después de otro atentado yihadista en el lujoso hotel Radisson Blu de la capital de Malí, Bamako, en el que murieron 20 personas -entre ellas, 14 extranjeros-, reivindicado por el mismo grupo autor de este último ataque en Uagadugú.

París y Washington, aliados clave de Burkina Faso, condenaron el atentado, al igual que la Unión Europea y Reino Unido.

La Comisión de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) reafirmó su "determinación para luchar sin descanso contra toda forma de terrorismo en la región".

"Consideramos [el ataque] dirigido contra cada uno de nuestros países y contra el conjunto de nuestra comunidad", declaró el presidente en ejercicio de la organización regional, el jefe de Estado senegalés Macky Sall, diciéndose dispuesto a tomar "todas las medidas que requiera la situación".

Este ataque inédito en la capital de Burkina supone un desafío al poder del presidente Kaboré, recientemente elegido tras una transición caótica al frente de este país de mayoría musulmana.

Para Cynthia Ohayon, experta del International Crisis Group (ICG), supone un atentado contra el símbolo democrático que encarna Burkina Faso.

Burkina Faso forma parte del G5 Sahel, grupo de cinco países de la región que se coordinan y cooperan en materia de desarrollo, seguridad y lucha contra el terrorismo.

También apoya a la misión antiterrorista francesa Barkhane, que abarca cinco países de la región del Sahel (Mauritania, Malí, Níger, Chad y Burkina Faso). Las fuerzas especiales francesas se encuentran apostadas en las afueras de Uagadugú.

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