Alemania recibe con los brazos abiertos a un número récord de inmigrantes

  • Un número récord de inmigrantes llegaron el domingo a Alemania entre vítores y cantos, al término de un periplo sembrado de obstáculos a través de Europa, una situación que Berlín y Viena advirtieron de que será "temporal" y excepcional.

La policía alemana había censado al anochecer 14.000 recién llegados de Austria a lo largo del fin de semana, en su mayoría sirios huidos de la guerra, y esperaba otros 3.000 la noche del domingo.

Esta cuestión debería seguir dominando la agenda política europea este lunes, con un encuentro entre la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro serbio Aleksandar Vucic en Berlín, y un encuentro entre el comisario europeo encargado de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, y responsables austriacos en Viena.

El tema también será abordado en la conferencia de prensa semestral del presidente francés, François Hollande.

Bloqueados en Hungría en condiciones caóticas después de cruzar el Mediterráneo y los Balcanes, los solicitantes de asilo que llegaron el fin de semana transitaron por Austria antes de afluir a las estaciones germanas, recibidos en todas partes con pancartas de "Bienvenidos", comida, ropa y mantas antes de ser conducidos en autobús a albergues.

"La gente nos trata muy bien aquí, nos tratan como a seres humanos, no como en Siria", dijo con lágrimas en los ojos Mohamad, un sirio de 32 años que tuvo que abandonar la ciudad de Quseir, devastada por la guerra.

En una Europa dividida sobre la respuesta que hay que dar a la peor crisis migratoria desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Alemania decidió flexibilizar sus normas de acogida de ciudadanos sirios, que huyen del conflicto en su país.

La República Federal, con un población cada vez más vieja y falta de mano de obra, se ha convertido también en un destino privilegiado para iraquíes, afganos y eritreos.

De las 15.000 personas llegadas a Austria las últimas 48 horas, sólo 90 presentaron una solicitud de asilo, indicó el Ministerio de Interior austriaco la noche del domingo, ilustración de la atracción que ejerce Alemania, la primera potencia europea.

El canciller austríaco Werner Faymann advirtió de la necesidad de "una solución europea común" y pidió una cumbre europea extraordinaria sobre migración, inmediatamente después" de la reunión de ministros comunitarios de Interior prevista el 14 de septiembre.

El gobierno austríaco también pidió a los países de la UE reglas comunes sobre la concesión del estatuto de refugiado a estos migrantes.

La canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro húngaro Viktor Orban convinieron que ambos países deben "respetar sus obligaciones europeas" y que el flujo registrado el fin de semana fue algo excepcional.

Hungría restableció plenamente el tráfico ferroviario para los refugiados el domingo y ya no tienen que recorrer a pie por carreteras y autopistas hasta Austria.

Mientras tanto, en el Mediterráneo, seguían llegando cientos de migrantes desde las costas turcas a las islas griegas del mar Egeo.

En Mitilene, la principal ciudad de la isla de Lesbos, unos desconocidos en moto lanzaron dos cócteles molotov contra unos refugiados sirios que dormían en un parque. Las autoridades mandaron además refuerzos policiales y movilizaron al ejército por una pelea entre sirios, atendidos de forma prioritaria, y afganos, que esperaban ser registrados en un centro de acogida.

Las iniciativas solidarias se suceden en Europa, incluso en el mundo del fútbol. Después del Bayern de Múnich, la Roma anunció que reunirá fondos para la agencia de refugiados de la ONU (Acnur), Save the Children, International Rescue Committee y la Cruz Roja.

En Viena, un convoy de unos cincuenta coches particulares salieron fueron este domingo a Hungría a recoger a inmigrantes para traerlos.

Desde el Vaticano, el papa Francisco también hizo un llamamiento a la solidaridad y pidió "que cada parroquia, comunidad religiosa, monasterio, santuario de Europa acoja a una familia", empezando por dos parroquias del Vaticano.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) había pedido repartir al menos 200.000 demandantes de asilo por los países de la Unión Europea. La Comisión Europea propondrá repartir a 120.000 refugiados entre los Estados miembros.

"Con 4.000 llegadas diarias de refugiados actualmente en Europa (...) el sistema se ha vuelto caótico, no hay nada preparado para poder gestionarlo de manera eficaz y humana", estimó el jefe del ACNUR, Antonio Guterres, que abogó con la instalación de "centros de recepción eficaces donde llega la gente" en Grecia, Hungría, Italia.

"Es un problema muy serio (...) pero a escala planetaria no es una de las crisis mayores", observó Guterres, ya que un 86% de refugiados en el mundo se encuentran en los países en desarrollo.

El primer ministro turco Ahmed Davutoglu criticó el "ridículo" número de refugiados autorizados a ingresar en la Unión Europea (UE), a la que definió como una "fortaleza cristiana", cuando Turquía acoge a más de dos millones de personas que huyen de las guerras de Siria e Irak.

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