Alertan de riesgos para la educación de las afganas por la pobreza y la inseguridad del país

  • Kabul.- Con 2,4 millones de afganas escolarizadas frente a las 5.000 de 2001, cuando cayó el régimen talibán, los esfuerzos de casi una década para educar a las mujeres de Afganistán se ven amenazados por la pobreza y la inseguridad, alertaron hoy 16 agencias humanitarias.

Alertan de riesgos para la educación de las afganas por la pobreza y la inseguridad del país
Alertan de riesgos para la educación de las afganas por la pobreza y la inseguridad del país

Kabul.- Con 2,4 millones de afganas escolarizadas frente a las 5.000 de 2001, cuando cayó el régimen talibán, los esfuerzos de casi una década para educar a las mujeres de Afganistán se ven amenazados por la pobreza y la inseguridad, alertaron hoy 16 agencias humanitarias.

En un informe hecho público hoy, Oxfam, Care y una serie de ONG afganas demandaron un "nuevo enfoque" urgente tanto del Gobierno afgano como de sus socios internacionales para salvar los logros obtenidos, ahora que las niñas que completan su educación primaria están a punto de ser mayoría.

Son 1,9 millones de niñas, que afrontan obstáculos como la pobreza, el matrimonio temprano y forzado y la falta de seguridad para asistir a clase y seguir educándose en grados superiores: en secundaria son ya sólo 416.854 y en bachillerato apenas 122.480.

"Las niñas afganas están hambrientas de educación: casi dos tercios de las niñas con las que hablamos nos dijeron que quieren completar la universidad", destacó la jefa del programa de Oxfam en Afganistán, Niti Bhargava, en un comunicado.

El informe fue elaborado a base de entrevistas en 2010 con estudiantes, profesores y padres en la mitad de las provincias afganas, desde Kabul y Herat a las más inseguras como Kandahar y Khost.

Los datos reflejan una espectacular mejora desde que se lanzó en 2002 la campaña "Regreso a la Escuela", que elevó de 900.000 a 6,7 millones el número total de estudiantes, aunque aún son más los niños escolarizados en primaria (60 por ciento) que las niñas (42 por ciento).

El reto educativo es enorme y en particular para la población femenina: sólo un 12 por ciento de las niñas de menos de 15 años están alfabetizadas y sólo un 6 por ciento de las afganas de más de 24 años han recibido algún tipo de educación formal.

Las ONG advirtieron una pérdida de impulso en este empeño desde 2006 y alertaron de que, con los países donantes de Afganistán "cada vez más enfocados en estabilización y contrainsurgencia, en lugar de desarrollo", existe el peligro de que los logros en la educación de las afganas se evaporen.

Tanto más, insistieron, si se produce una reducción de la ayuda después de 2014, año en que las fuerzas de la OTAN asumen que habrán entregado a las afganas el control de la seguridad en todo el país.

Según las agencias, si no se aumenta de forma "significativa" ahora la inversión en enseñanza secundaria y superior, las afganas se verán "abandonadas" y privadas de desarrollo personal, social y vocacional.

De momento, una compleja mezcla de factores dificulta el camino de las afganas hacia la educación y, en las entrevistas, las ONG constataron que la pobreza y la tradición de un matrimonio temprano son razones de mayor peso, aún, que la inseguridad creciente en todo el país.

Un 41,2 por ciento de los encuestados adujo la pobreza que obliga a las niñas a colaborar al sustento familiar como principal razón, un 39,4 mencionó su casamiento y un 32,4 la falta de seguridad, pero también afectan el poco apoyo familiar, y la falta de profesoras y de escuelas.

Hay en total 12.514 escuelas en el país, pero casi la mitad son al aire libre, sin instalaciones, sin material educativo, y a menudo a una distancia de los hogares que dificulta la asistencia para las chicas, temorosas de ser hostigadas en el camino y comprometer el honor de la familia.

El absentismo aumenta con la edad y alcanza el 22 por ciento de las adolescentes matriculadas en la escuela secundaria, a la que ya llegan muy pocas de ellas porque las han casado y la "percepción general es que basta con que sepan leer y escribir", como constató un director de instituto de Herat citado en el informe.

"Muchas familias tienen problemas económicos y aquellas con posibilidades gastan más en los hijos que en las hijas", dijo a Efe la joven Zoya Nirabi, estudiante de bachillerato en el Instituto Lasey Mariam de Kabul, la provincia con mejor sistema educativo (el 75 por ciento de sus escuelas tienen edificio).

En los pueblos es aún peor por "la falta de comprensión de las ventajas del conocimiento" y del "valor de la mujer", observó.

La ONG recomendaron un renovado esfuerzo por dotar a la enseñanza de infraestructura, medios y supervisión, demandaron que las escuelas -que sufrieron 50 ataques al mes en 2009- sean protegidas como "zonas seguras desmilitarizadas" y exigieron que en las negociaciones abiertas con grupos insurgentes no se "mercadee" con el acceso de las niñas a la educación.

Fawad Peikar

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