Amnistía Internacional dice que la ejecución de un británico en China revela la injusticia de la pena capital

  • Londres.- Amnistía Internacional (AI) condenó hoy la ejecución en China de Akmal Shaikh, un ciudadano británico condenado por tráfico de drogas, y subrayó que esta acción "pone de relieve la falta de humanidad y la injusticia de la pena capital".

Tensión ante la ejecución inminente del británico Akmal Shaikh en China
Tensión ante la ejecución inminente del británico Akmal Shaikh en China

Londres.- Amnistía Internacional (AI) condenó hoy la ejecución en China de Akmal Shaikh, un ciudadano británico condenado por tráfico de drogas, y subrayó que esta acción "pone de relieve la falta de humanidad y la injusticia de la pena capital".

En un comunicado, Amnistía exigió al Gobierno chino que reforme el sistema judicial para que funcione con mayor transparencia y con respeto a los derechos humanos de los procesados.

El director del departamento de AI para Asia, Sam Zarifi, señaló que el tratamiento dispensado por las autoridades chinas a Shaikh, que según sus familiares sufre problemas mentales, está en la línea del funcionamiento habitual del sistema judicial chino.

En China son habituales "juicios cortos y casi mecánicos, donde no se presentan ni se investigan todas las pruebas, y donde la pena capital se aplica en casos de crímenes en los que no ha habido violencia", destacó el responsable de Amnistía.

Shaikh, de 53 años, casado y con tres hijos, fue ejecutado a las 02:30 horas GMT de hoy, convirtiéndose en el primer europeo al que se aplica la pena de muerte en China en casi 60 años.

Fue detenido en 2007 en posesión de la droga en el aeropuerto de Urumqi, a donde llegó procedente de Dushanbé (capital de Tayikistán) y condenado a muerte un año después.

De nada sirvieron las presiones políticas del Gobierno británico para que se conmutara la pena y el primer ministro, Gordon Brown, expresó hoy su consternación por lo ocurrido, ya que no se tomaron en cuenta los informes que apuntaban a que el ejecutado sufría un trastorno bipolar.

El Foreign Office convocó a consultas al embajador chino en Londres e hizo una protesta formal por la ejecución de su ciudadano.

El responsable de AI declaró que "en virtud de la ley internacional sobre derechos humanos, al igual que en virtud de la ley china, la salud mental de un procesado puede y debe tenerse en cuenta, y no parece que en este caso las autoridades chinas lo hicieran".

"Sencillamente no es suficiente que las autoridades chinas digan que hicieron lo correcto y que hay que confiar en ellas. Ahora, después de acabar con la vida de un hombre, no puede haber una re-evaluación de las pruebas ni un indulto", añadió.

Zafiri pidió al Reino Unido y a la Unión Europea (UE) que "sigan presionando al Gobierno chino para que incremente la transparencia en torno a los procesos que implican la pena de muerte y para que mejore las garantías que se conceden a los procesados, particularmente en aquellos que pueden afrontar la pena capital".

China ejecutó a 1.718 personas en 2008, lo que, según las cifras de AI, representa el 72 por ciento del total mundial.

El anterior europeo ejecutado en China fue el italiano Antonio Riva, legendario piloto militar en la I Guerra Mundial, quien fue ajusticiado en Pekín en 1951 acusado de haber urdido un complot para asesinar al máximo líder chino, Mao Zedong.

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