Desde principios de año, 123 personas han sido ajusticiadas por diferentes crímenes en Arabia Saudí, según un recuento de la AFP en base a comunicados oficiales.
En un informe titulado "Matar en nombre de la justicia: La pena de muerte en Arabia Saudí", la organización de defensa de los derechos humanos enumera las, a su juicio, "imperfecciones" del sistema judicial saudí.
Este sistema, basado en la sharía (ley islámica), no cuenta con un código penal, lo que somete la definición de los crímenes y las penas a amplias interpretaciones, según Amnistía, para la que los jueces tienen entonces un poder discrecional, que conduce a juicios "arbitrarios".
Los procesos son, en ocasiones, sumarios, los acusados no tienen acceso a abogados y las audiencias son a puerta cerrada, añade esta oenegé con sede en Londres.
Las confesiones se obtienen "bajo tortura" y, en el caso de los extranjeros, estos no tienen siempre acceso a intérpretes, agrega.
"Decir que las ejecuciones en Arabia Saudí se llevan a cabo en el nombre de la justicia y en conformidad con la ley internacional está lejos de la realidad", escribe en un comunicado Said Boumedouha, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
"Las autoridades saudíes deben decretar urgentemente una moratoria oficial en las ejecuciones y aplicar criterios internacionales justos en todos los procesos penales", solicita.
Según Amnistía, al menos 102 ejecuciones de condenados a muerte tuvieron lugar en el primer semestre de 2015 frente a las 90 en el mismo período de 2014. Esto representa una ejecución cada dos días de media, la mayoría mediante decapitación.
La mayoría de personas ejecutadas estos últimos años fueron condenadas por crímenes no mortales, apunta la organización.
Al menos 2.208 personas han sido ajusticiadas de enero de 1985 a junio de 2015. Casi la mitad de ellas eran extranjeros.
La oenegé subrayá que entre los ejecutados figuraban menores y personas con trastornos mentales.
En Arabia Saudí, el asesinato, la violación, el robo a mano armada, la apostasía y el narcotráfico están penados con la pena capital.
Según Amnistía, esta monarquía del Golfo es uno de los países con mayor número de ejecuciones junto a China, Irán, Irak y Estados Unidos.
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