Ana Julia, culpable de asesinar a Gabriel con alevosía: "La bruja no pisará la calle"

Ana Julia Quezada vuelve a prisión tras escuchar el veredicto
Ana Julia Quezada vuelve a prisión tras escuchar el veredicto
EFE

Visto para sentencia. Así está ya el juicio contra Ana Julia Quezada por la muerte de Gabriel Cruz. Entre lágrimas, la acusada mantuvo que fue un homicidio involuntario, pero este jueves escuchó con un semblante serio y sin lágrimas en los ojos que el jurado popular la declaraba culpable de asesinato con alevosía. "Hemos conseguido que esta bruja no pise más la calle", decía la madre del pequeño, Patricia Ramírez, a las puertas de una Audiencia Provincial de Almería en la que estaban puestas todas las miradas 500 días después de que España se volcara en la búsqueda del niño en Las Hortichuelas. Por unanimidad, el jurado ha considerado probado que Quezada lo mató tras "lanzarlo contra el suelo o la pared" de la habitación del cortijo "de forma intencionada, súbita y repentina" y que lo hizo consciente de su "superioridad" por diferencia de edad y por complexión. Esto se ajusta al relato de la fiscal Elena María Fernández, que pide prisión permanente revisable para la acusada. 

Patricia Ramírez, madre de Gabriel
Patricia Ramírez, madre de Gabriel / EFE

Durante la lectura del veredicto, Ana Julia se mostró seria. En ningún momento se vio un atisbo de que rompiera a llorar como sí sucediera en sesiones anteriores. Entre lágrimas aseguró el día de su declaración que "solo quería que se callara el niño, que no quería quitarle la vida".  Y pidió perdón a la familia, a su hija y a toda España. Intentó demostrar que se trataba de un homicidio involuntario, algo que este jueves el jurado descartó en todo momento. 

Así escuchó Ana Julia el veredicto
Así escuchó Ana Julia el veredicto / EFE

El padre de Gabriel también fue tajante desde las escaleras de la Audiencia al referirse a ella: "Esa mujer es un peligro, los psicópatas deben estar encerrados". Con esas palabras se refería a  alguien que durante la búsqueda escuchaba cómo le daba esperanzas de que podían encontrar con vida a Gabriel, cuando ella sabía que no era así. En el veredicto, el jurado también la considera culpable de dos delitos de lesiones psíquicas a Ángel Cruz y Patricia Ramírez por los que la Fiscalía solicita penas individuales de 5 años de cárcel. Quezada, que mantenía una relación sentimental con el padre del menor cuando ocurrieron los hechos, fingió participar activamente en su búsqueda cuando se dio a Gabriel por desaparecido.

En el caso de la integridad moral, añaden que el 9 de marzo "fue convocada una manifestación por las calles de la ciudad de Almería y, durante los actos celebrados en la Diputación Provincial y en la Puerta de Purchena, la acusada proclamaba que el menor iba a aparecer, portando una camiseta donde aparecía la cara del niño y poda leerse, "Todos somos Gabriel". De esta forma quiso, de modo deliberado, "vilipendiar, humillar y vejar" a los padres.

Sobre la desaparición y muerte de Gabriel queda probado que el día en el que el pequeño sale de la casa de abuela paterna para no volver "la acusada, inmediatamente después, se subió a su vehículo e interceptó al niño", instándole a que le acompañara a la finca sita en Rodalquilar (Níjar) y, ante la "confianza generada" por ésta al ser una "persona íntimamente vinculada a su entorno familiar desde que inició la relación con su padre, accedió a marcharse" con ella.

Destaca el jurado que la finca se encontraba en un lugar alejado y deshabitado, a unos cinco kilómetros de la casa de la abuela, así como que la acusada era consciente de su superioridad respecto del niño, "por la diferencia de edad y complexión, ya que el niño media 1,30 metros y pesaba 24 kilos".

Una vez en la finca, el jurado considera que "de forma intencionada, súbita y repentina, cogió a Gabriel y lo lanzó contra el suelo o pared de la habitación y, tras el impacto del niño, procedió  con sus propias manos a taparle la boca y la nariz con fuerza, hasta vencer su resistencia y provocar su fallecimiento" como consecuencia de la oclusión de los orificios respiratorios, por asfixia mecánica por sofocación.

El jurado ha tenido en cuenta, según recoge Efe, el agravante de parentesco y que "quitó la vida voluntariamente a Gabriel de forma sorpresiva y repentina, sin posibilidad de defensa ni de reacción por parte del niño". Pero no ve ensañamiento. Aquí dan por válida la versión expuesta desde Fiscalía. La defensa de la familia presentó un informe según el cual Gabriel habría agonizado durante casi una hora. 

También el jurado apunta que el 3 de marzo, con la intención de "distraer la atención en la búsqueda del niño y con la finalidad de dirigir las sospechas sobre su expareja", colocó una camiseta de Gabriel sobre unas matas en un cañaveral de un paraje apartado y de difícil acceso, que conocía por haber vivido allí un mes, para "añadir más sufrimiento a los padres".

Tras esto, la fiscal y la acusación particular han reclamado prisión permanente revisable por el delito de asesinato con alevosía. La defensa ha solicitado "lo establecido" en el Código Penal en el delito de asesinato.

La fiscal solicita que Quezada no pueda residir o acudir en el lugar de domicilio de la familia, órdenes de alejamiento respecto a los padres y abuela de 1.000 metros durante 30 años, libertad vigilada y, entre otros, el pago de indemnizaciones de 770.000 euros a los progenitores por los daños morales y lesiones psíquicas, además de 160.000 euros por el daño moral a la abuela, y el pago de 202.203,84 euros por los gastos de la búsqueda del niño.

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