Aprobada la polémica reforma de la sanidad pública en el Reino Unido

  • La polémica ley de reforma de la sanidad pública en el Reino Unido, que abre la puerta al sector privado, entrará en vigor hacia Semana Santa después de que el Parlamento británico la aprobase tras varios meses de debate.

Londres, 21 mar.- La polémica ley de reforma de la sanidad pública en el Reino Unido, que abre la puerta al sector privado, entrará en vigor hacia Semana Santa después de que el Parlamento británico la aprobase tras varios meses de debate.

Tras más de mil enmiendas, la Cámara de los Lores votó el lunes a favor de la Ley de sanidad y atención social, mientras que el martes por la noche los Comunes rechazaron una propuesta de la oposición laborista para retrasar su aprobación.

El Partido Laborista prometió hoy seguir luchando contra la reforma y revocar los cambios si vuelven al poder en las elecciones de 2015.

El texto promovido por el Gobierno de David Cameron queda listo para recibir la sanción de la reina Isabel II, lo que podría ocurrir antes de Semana Santa.

La ley ha causado una gran polémica en el Reino Unido porque reforma radicalmente la estructura del Servicio nacional de salud (NHS, siglas en inglés), creado tras la II Guerra Mundial y muy querido por los británicos.

Con el fin de reducir costes, elimina las fundaciones que hasta ahora gestionaban el presupuesto sanitario y traspasa esos poderes a los médicos de cabecera en los ambulatorios, quienes, de preferir no asumir esa responsabilidad, podrán delegarla en empresas subcontratadas.

Además, se autorizará a que instalaciones del NHS sean utilizadas por el sector privado -lo que, según muchos profesionales sanitarios, aumentará las listas de espera en detrimento de los pacientes sin recursos-, mientras se abrirá el acceso a nuevas compañías proveedoras de productos y servicios.

Desde que el ministro de Sanidad, Andrew Lansley, planteó la reforma del NHS hace 14 meses, ha suscitado la oposición de la profesión médica, sindicatos, oposición laborista y gran parte de la opinión pública según las encuestas, pero finalmente ha quedado aprobada con el apoyo de los conservadores y los liberaldemócratas, socios en el Gobierno de coalición.

Aunque la propuesta era "tory", los liberales de Nick Clegg la han respaldado tras lograr la introducción de numerosas enmiendas, en general destinadas a limitar el alcance de la privatización.

En la votación del lunes en los Comunes, los liberaldemócratas más críticos con la ley, que solo afecta a Inglaterra -el resto de las regiones del Reino Unido tienen sus propias competencias-, se abstuvieron.

La aprobación de la legislación pone presión sobre el Partido Liberal Demócrata, de capa caída en las encuestas, y su líder, el viceprimer ministro Nick Clegg, quien ya recibió un revés de las bases de su formación en el congreso de este mes cuando éstas rechazaron respaldar el texto.

El Colegio de enfermeras sentenció que la ley era "profundamente defectuosa" y subrayó que su introducción "se lamentará a largo plazo".

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