Todavía quedan casi seis meses para que el primer hijo de los duques de Sussex, Harry y Meghan, venga al mundo, pero los británicos andan como locos con la noticia y las especulaciones sobre el sexo del bebé no cesan. El príncipe Harry dijo hace unos días que él desea que sea una niña, pero más allá de eso, en el Reino Unido se ha despertado otro rumor que va cogiendo cada vez más fuerza...en las casas de apuestas.
Según ha publicado el diario 'Mail Online', algo extraño está sucediendo en las casas de apuestas respecto al primer embarazo de Meghan. Hay que tener en cuenta que en la cultura británica es muy habitual apostar a todo, incluida la vida de los miembros de la familia real. De hecho, se hicieron apuestas sobre cuándo sería la fecha de la boda o cuándo anunciarían el estado de buena esperanza de la exactriz. Pero ahora, las apuestas se han disparado apuntando a la posibilidad de que Meghan esté esperando gemelos.
De hecho, los corredores de apuestas han tenido que suspenderlas porque se ha producido un aluvión de ellas "sin precedentes", como revela el diario británico. Se especula con que alguien cercano a los duques que sabría de buena mano que la joven espera gemelos habría apostado una gran cantidad de dinero, de ahí que el resto de apostantes se hayan lanzado de cabeza a hacer lo mismo. Por ello, los responsables de las casas de juego han tenido que suspender esta apuesta.
Un responsable de una de estas compañías señaló al 'Mail' que la cantidad había superado la invertida sobre la fecha de boda y anuncio del embarazo, sobre las que los británicos no fallaron. De tal modo que se han visto incapacitados para seguir con la puja ante la sospecha de que hay alguien que maneja información privilegiada.
Además, también se está apostando sobre el posible nombre del bebé o los bebés. Si es niña va ganando Diana, en honor a la madre de Harry y algo que no ha hecho con sus hija el príncipe William, mientras que si es niño el favorito es Arthur. Entran también en el juego Alice, Edward y Elizabeth, como la Reina.
Y todo ello en medio de la gran noticia del fin de semana. Meghan y Harry han decidido mudarse del Palacio de Kesington, donde también viven los duques de Cambridge, para instalarse en Frogmore Cottage, en la finca de Windsor. Una mudanza sobre la que también están corriendo ríos de tinta, pues se habla de desavenencias entre Meghan y Kate Middleton o de que responde al deseo de la exactriz de que su madre, Doria Ragland, se vaya a vivir con la pareja. Y más ahora, que viene un bebé (o dos) en camino.
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