Argelia entierra a Chadli Benyedid, tercer presidente tras la independencia

  • El cuerpo sin vida de Chadli Benyedid, tercer presidente argelino tras la independencia del país en 1962, fue despedido hoy en un funeral de Estado en el que cientos de argelinos le dieron su ultimo adiós.

Argel, 8 oct.- El cuerpo sin vida de Chadli Benyedid, tercer presidente argelino tras la independencia del país en 1962, fue despedido hoy en un funeral de Estado en el que cientos de argelinos le dieron su ultimo adiós.

El cortejo fúnebre de Benyedid, presidente entre 1979 y 1992, discurrió por las principales calles del centro de la capital argelina antes de ser conducido al cementerio donde descansarán sus restos.

Tras su muerte, el pasado sábado, el actual presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, decretó ocho días de luto oficial.

La televisión estatal retransmitió en directo en sus cinco canales el funeral de Estado y difundió desde el anuncio de su muerte numerosos documentales y reportajes sobre la vida y obra de Benyedid.

Entre las personalidades que acudieron al entierro del difunto presidente se encontraban el ministro de Exteriores marroquí, Saadedin Otmani, y el presidente de la Repíblica Saharaui, Mohamed Abdelaziz, que el pasado abril protagonizaron una polémica durante el entierro de Ahmed Ben Benbela, primer presidente de la Argelia independiente.

En aquella ocasión, Otmani interrumpió bruscamente su viaje y regresó a Marruecos tras coincidir con Abdelaziz durante las exequias de Benbela.

Además, estuvieron presentes el ministro de asuntos religiosos de Egipto, Talaat Salem, y el jefe de la diplomacia tunecina, Rafik Abdelsalam.

Benyedid, nacido en 1929 en la ciudad de Sebaa, en el extremo este del país, fue uno de los destacados dirigentes durante la guerra de independencia contra la colonización francesa, entre 1954 y 1962.

El 7 de febrero de 1979, tras la muerte de su predecesor Huari Bumedian, fue elegido presidente del país, puesto en el que permanecería hasta 1992.

Está considerado como el padre de la experiencia democrática en Argelia, ya que durante su mandato tuvieron lugar las revueltas populares de 1988, que forzaron al régimen a adoptar el multipartidismo, así como una política aperturista.

Sin embargo, esta experiencia llegó a su fin abruptamente, tras la emergencia del islamismo político en las elecciones locales de 1990 y en la primera ronda de los comicios generales de 1991, suspendidos por el Ejército que anuló los resultados para "salvaguardar la república".

Benyedid proclamó en junio de ese año el estado de emergencia y en enero de 1992 ordenó la disolución del Parlamento y presentó su dimisión.

Dejó un país sumido en la violencia, en el que durante más de una década alrededor de 200.000 personas perdieron la vida.

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