El pasado miércoles, Jessie Sansone se llevó una desagradable sorpresa cuando fue a recoger a su hija a la guardería. En el centro educativo le esperaba una patrulla de la policía que le arrestó, le esposó y le llevó a comisaría para tomarle declaración. ¿Su delito? Aparecer en un dibujo de su hija, de sólo cuatro años, empuñando una pistola.
A la profesora de la menor le pareció sospechoso que la niña retratase a su padre de esta peculiar manera a su padre, así que lo puso en conocimiento de los psicólogos de la escuela infantil, que decidieron avisar a las autoridades.
"Fui a buscar a mi hija al colegio, y unos segundos después estaba esposado", ha explicado Sansone al diario on line TheRecord.com, en el que califico su detención de "una locura" y aseguró que la única prueba que esgrimieron los agentes en su contra fue "un trozo de papel en el que mi hija había dibujado una pistola".
El director del centro asegura haber cumplido su obligación ya que en este tipo de casos la legislación canadiense obliga poner el hecho en conocimiento de las autoridades "para que investiguen si es un arma que está en la casa familiar y al que el menor puede tener acceso".
En este caso, la policía determinó que la peligrosa arma que la menor dibujó es una pistola de plástico y que la intención de la niña, según su padre, no era otra que la de dibujarle "como un héroe que dispara a los monstruos".
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