El Cairo, 13 mar.- Siria celebrará el próximo 7 de mayo elecciones parlamentarias en medio de la violencia que se ha adueñado de la mayor parte del país, mientras se espera que el régimen anuncie su respuesta al plan propuesto por el mediador de la ONU, Kofi Annan.
La celebración de comicios legislativos estaba contenida en la "hoja de ruta" fijada por el régimen sirio para acometer sus prometidas reformas, que incluyen como principal novedad la apertura del país al pluripartidismo.
El pasado 26 de febrero, Siria celebró un referéndum para aprobar la nueva Constitución del país, tras lo cual se abría un plazo de tres meses para convocar un sufragio para elegir el nuevo Parlamento sirio.
Las elecciones legislativas estaban previstas para septiembre del año pasado, pero fueron pospuestas para ser enmarcadas dentro del proceso de reformas, que ha sido tajantemente rechazado por los grupos de la oposición.
La celebración de comicios en la actual situación ha sido calificada como "ridícula" por Estados Unidos, que exigió el cese de la violencia como primer paso.
"Celebrar elecciones rutinarias para un parlamento sin cuestionamiento alguno, en medio de la clase de violencia que estamos viendo en el país, es ridículo", afirmó en Washington Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado.
El anuncio electoral se produjo en el mismo día en que se esperaba que Damasco ofreciese una respuesta al plan presentado este fin de semana al presidente Bachar al Asad por el enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan.
Tras reunirse en Turquía con el principal grupo de la oposición, el Consejo Nacional Sirio (CNS), Annan aseguró confiar en "una solución de buena voluntad" y en que el régimen ofreciese hoy mismo una respuesta, aunque al final del día el régimen todavía no la ha hecho pública.
A la espera de que fructifiquen los esfuerzos mediadores, el CNS dio un paso más en su apuesta por la vía militar, al suscribir un acuerdo con el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) para proporcionarle fondos.
El "número dos" del ELS, el coronel Malek Kurdi, aseguró a Efe que ese dinero "se destinará al apoyo logístico y a la compra de armas ligeras para defender al pueblo sirio".
Kurdi agregó que los fondos proceden de ayudas concedidas por algunos países y empresarios árabes, además de donaciones de hombres de negocios sirios que financian a los rebeldes.
Las fuerzas del régimen sirio hostigaron un día más a la ciudad septentrional de Idleb, en enfrentamientos con rebeldes y disparos sobre los civiles que causaron al menos 46 muertos en todo el país, según la red opositora Comités de Coordinación Local.
En Idleb fallecieron al menos doce personas, mismo número que en la castigada provincia central de Homs, mientras que en la periferia de Damasco murieron nueve, siete en Hama, dos en Alepo y Deraa, y otro más en las localidad de Raqqa y Deir al Zur.
La dramática situación de los civiles trasciende el recuento diario de cadáveres y se extiende a las masas de sirios que se han visto obligados a dejar sus hogares para escapar de la violencia.
El número de desplazados internos en Siria asciende ya a 200.000, informó hoy la ONU, mientras que otros 30.000 han buscado refugio en países vecinos, aunque según el nuevo coordinador de la ONU para los refugiados sirios, Panos Moumtzis, el número de desplazados internos podría ser incluso más elevado.
Por ello, la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, afirmó ante al Consejo de Seguridad que la situación en Siria es "trágica" y empeora cada día, por lo que instó a sus miembros a actuar "con rapidez" para detener la crisis.
En esa misma línea, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, pidió hoy abrir "una investigación internacional imparcial" para verificar las últimas masacres de civiles perpetradas en Siria y castigar a los culpables.
"Las terribles imágenes difundidas sobre crímenes cometidos contra civiles inocentes en las ciudades de Homs, Idleb y otras zonas de Siria, especialmente el asesinato brutal de familias completas, incluidos niños, mujeres y ancianos, deben ser investigados de manera internacional", subrayó Al Arabi.
El jueves se cumple un año del estallido de las protestas contra el régimen de Al Asad, durante el cual al menos 7.500 civiles han perdido la vida, según Naciones Unidas.
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