Muy conocida en el barrio

Ana, la indigente asesinada de un golpe en la cabeza en el parque donde vivía

Su cuerpo fue encontrado en la mañana de ayer junto a un ladrillo de grandes dimensiones. Presentaba un fuerte golpe en la cabeza y estaba rodeada de sangre. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis. 

Encuentran el cuerpo de una mujer con un golpe en la cabeza
Encuentran el cuerpo de una mujer con un golpe en la cabeza
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La Policía Nacional no descarta ninguna hipótesis en el crimen de una mujer cuyo cadáver aparecía ayer ensangrentado escondido en unos setos altos de un jardín del madrileño barrio de Valdezarza. Conocida por todos en el barrio como 'la china', Ana era una indigente que vivía en ese parque donde perdió la vida. Junto al cuerpo, un adoquín de grandes dimensiones que podría ser el arma homicida. "Lleva ahí viviendo muchos años y no molestaba nunca", aseguran a La Información desde uno de los bares cercanos donde ayer no se hablaba de otra cosa mientras tomaban café. "Muchos vecinos la ayudábamos dándole comida". 

La mujer, de mediana edad, vivió durante un tiempo en un piso en una calle cercana, pero su adicción a las drogas acabó convirtiéndola en una indigente. Dormía donde podía y le gustaba columpiarse en un parque donde fue encontrada con un golpe en la cabeza y ensangrentada.  "Bebía el agua de la fuente", relatan. Un operario de limpieza del Ayuntamiento de Madrid que trabajaba en la calle San Restituto fue el que dio la voz la alarma tras encontrar a las 09:30 horas de la mañana de ayer sucuerpo sin vida. En el escenario había gran cantidad de sangre. 

Cuando llegaron los servicios de emergencia nada pudieron hacer por ella y tras ver el escenario decidieron alertar a la Policía "sin tocar el cuerpo". Así acudieron agentes del Grupo de Delitos Violentos de la Policía Científica para realizar la inspección de ocular, así como agentes del Grupo VI de Homicidios para encargarse del esclarecimiento de los hechos. Los vecinos vivieron ayer con incertidumbre la noticia. En el barrio "al final esperas algo así" pero no pasaban a creérselo. "No siempre venía a pedir un café pero había veces que se quedaba al otro lado de la calle, nunca entraba, y salíamos a preguntarle si quería algo", aseguran desde el bar Rincón de Maná. "Siempre daba las gracias", insisten. 

El pasado de Ana pasa, según los vecinos, por varios problemas con la drogadicción, hasta el punto de perder a sus cinco hijos así como a su pareja, que sigue viviendo en el barrio en el piso que hace tiempo compartían a unos metros de donde ayer se encontró su cuerpo sin vida. Ahora la investigación será la que esclarezca su muerte. Fuentes policiales han indicado que barajan cualquier hipótesis en la investigación, entre ellas que pueda ser un caso de violencia de género.

"Este es un barrio muy tranquilo y ella siempre ha estado ahí", lamentan los vecinos que merodean por delante del cordón policial con el que se encontraban ayer cuando salían a pasear". Insisten en recalcar que ya era "no era toxicómana, pero seguro que algo hacía cuando se escondía". De pocas palabras, Ana recogía agradecida cuando se acercaban para darle comida. Los pocos que han hablado con ella aseguran que su familia vivía en el Barrio El Pilar, pero desde muchos años "ella siempre ha estado por aquí". 

La semana pasada dos indigentes de 52 y 46 años, de nacionalidad ucraniana, fueron condenados a cinco y dos años y medio de prisión por matar a golpes a un tercero en una discusión por una garrafa de agua para el aseo personal en los bajos de un edificio de Torrevieja (Alicante). Durante la pelea, uno de los agresores le pegó varios puñetazos en la cara a la víctima, de 48 años, y le derribó mientras que, una vez en el suelo, le propinó una patada en la cara. El otro condenado le dio un fuerte golpe en el pecho con la intención de acabar con su vida. De madrugada, uno de los agresores comprobó que el hombre había fallecido y trasladó el cuerpo a un banco de hormigón cercano al lugar en el que pasaban la noche.

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