Fue arrestado en Madrid

Así cayó el pequeño Nicolás de Vigo el día que intentó conseguir coches de lujo

Vigo
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Llegó en autobús. No se imaginaba que estaba siendo vigilado por agentes de policía de la comisaría del distrito de Hortaleza-Barajas en Madrid. Entró en la sede de una multinacional de automóviles de alta gama y se presentó. Tenía una reunión para cerrar un acuerdo de patrocinio para conseguir varios coches a cambio del reconocimiento que a ellos les supondría el hecho de que la fundación internacional para la que trabajaba hiciese uso de ellos. Cuando llegó a este punto vio cómo los directivos de la marca abandonaban la sala a la que había llegado trajeado y haciendo gala de su saber estar y formación excelente. Los empleados de la compañía habían sido avisados para que salieran. En su lugar entraron los agentes que detuvieron a este joven vigués de 28 años que se hacia pasar por el director general de la Fundación Amancio Ortega. No negó nada. Así cayó el ya bautizado como el pequeño Nicolás de Vigo

Su caso llega a la comisaría madrileña a raíz de que esta compañía ponga una denuncia porque "consideran que hay cosas extrañas en una persona que se pone en contacto con ellos y temen que puedan ser víctimas de una estafa", relatan a La Información fuentes de la investigación. Ahí empiezan unas gestiones que les llevan a ponerse en contacto con compañeros de la policía nacional de A Coruña por una denuncia de suplantación de identidad interpuesta por el director de la Fundación Amancio Ortega. Sigue la investigación y los investigadores del distrito de Hortaleza-Barajas comprueban que esta firma no es la única multinacional de vehículos donde el sospechoso propone el mismo negocio. En total llamó a la puerta de 15 firmas

La investigación prosigue e instan a las multinacionales a que mantengan la normalidad para tratar de reconocer la identidad completa de la persona que temen que les pueda intentar estafar. Lo que persiguen los agentes es comprobar si tan solo se va a quedar en el envío de mails usurpando una identidad o si está dispuesto a pasar a la acción. Pero este joven sigue adelante en su intención de pedir patrocinios. 

Una semana después de que los agentes indicaran a las compañías que siguieran respondiendo a sus mails desde una compañía de automóviles aseguran que "esa persona responde los correos y han fijado una fecha para una reunión". En muchos casos, cuando se trata de una broma, "no suelen presentarse". Pero él sí lo hizo. Y allí estaba esperándole un operativo policial para proceder a su identificación y detención si era necesario. Los agentes se repartieron entre la sala de control y el despacho donde se iba  a mantener la reunión.  El sospechoso llega, se identifica como "la persona que enviaba los correos" y ya en la sala de reuniones expone las razones por las que deberían darle los patrocinios que pide para que le dejen unos coches de forma gratuita  por el renombre que daría  a la firma que los usasen en la Fundación Amancio Ortega.

Llegado ese momento se interrumpe la reunión y se procede a su detención como presunto responsable de un delito de estafa, usurpación de estado civil y falsedad documental. Sin antecedentes penales, el detenido en un principio simulaba ser el representante de la fundación para contactar con varias consultoras y financieras y así conseguir un puesto de trabajo. Hablaba con ellos asegurando que les mandaría el curriculum de un familiar y el que enviaba en realidad era el suyo "mitad verdadero mitad falso". Precisamente así hablan algunos vigueses que le conocen de su vida. "Hace una y cuenta 40", aseguran a este medio. 

Él habría manifestado que sí le llegan a contratar en una de esas empresas. También habría asegurado que ha trabajado "por sus propios medios" en una consultoría muy relevante, que ha estudiado en Harvard, que se ha codeado con altos cargos del PP, que ha conocido a importantes empresarios... Todo lo ponen en duda sus conocidos que tampoco daban mucha credibilidad, tachando de fantasía, a algunos de los proyectos empresariales o iniciativas para organizar foros y conferencias que les exponía este joven vigués. 

Lo que sí es muy real es la investigación que le ha llevado a ser detenido. Después de intentar contactar con empresas en busca de un trabajo cambió su objetivo y pasó a pretender obtener acuerdos de patrocinio con empresas de reconocimiento mundial. Es aquí donde empieza a cometer fallos, "no precisamente de principiante", que le acaban poniendo en el punto de mira de la policía.  Los propios directivos de alguna de las empresas afectadas llega a reconocer a los agentes que el joven se maneja y desempeña "muy bien" su papel. Viste de forma impoluta, tiene una educación excelente, hace gala de los cursos que ha realizado en el extranjero, sabe desenvolverse en reuniones de este tipo... 

El primer error que comete, y el que origina que algunas compañías recelen de él, es que nadie se pone directamente en contacto con el director de una compañía, sino que "hablas primero con su secretaria o con marketing y ellos dan conocimiento al director".  A los investigadores también les llamó la atención la de veces que llama él mismo cuando lo normal es que "alguien con su supuesto cargo tenga una secretaria que haga esa llamada". En el contenido de los correos había alguna cosa que también bailaba para parecer real porque "se echaba demasiadas flores", afirmando tener contactos con personalidades importantes del país

A día de hoy no queda rastro de él ni en Facebook ni en Linkedin ni en Instagram. El número de teléfono móvil con el que se comunicaba con algunos de sus conocidos tampoco está activo. Este joven fue detenido el pasado 18 de diciembre y puesto en libertad horas después. Hace tres días se conoció una noticia que corre como la pólvora por las calles de Vigo, ciudad en la que creció hasta que empezó a vivir largas temporadas en Madrid. Ahora se enfrenta a un delito de estafa, usurpación de estado civil y falsedad documental.

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