Así celebran la Navidad españoles en todo el mundo

  • María en Dubai, Julián en un pueblo de Madagascar, Laura en Múnich, Víctor en Pekín, Marta en Buenos Aires, María en Nueva York... damos la vuelta al mundo por Navidad con los españoles que pasan estas fechas fuera.

Este año son las primeras Navidades en las que María Ravina no vuelve a casa por estas fechas. Como está embarazada de siete meses y medio de su pequeña Miriam, el médico le ha desaconsejado viajar. Vive en Dubai desde hace algo más de tres años. Allí conoció a quien ahora es su marido, un iraquí llamado Osama.

María cuenta que aunque la mayoría de la población en los Emiratos Árabes es musulmana, como la familia de su marido, ellos también celebran la Navidad: 'Se acercan a casa de sus amigos cristianos y en las tiendas también te desean feliz Navidad, aunque ellos no se dan regalos'.

Esta jerezana quiere destacar una cosa: 'Aquí todo el mundo es súper respetuoso. Nosotros estamos mucho más cerrados hacia el Islam. Ellos entienden y conocen nuestras fiestas. Cuando llegué, yo era la cateta que no sabía cuándo era el Ramadán. Y ellos te dicen 'feliz Navidad' aunque sean musulmanes', subraya.

Hoy María y Osama celebrarán la Nochebuena con una tía que ha venido desde España de visita y una amiga francesa. 'Tendremos una cena española. Aquí venden turrones en todos los supermercados y aunque a mí no me gustan, los he comprado para estar un poco ambientados', asegura divertida María.

Además, no hay que perder de vista que el día 25 también es importante para los musulmanes, pues consideran a Jesucristo un profeta. 'Es fiesta en la mayoría de las empresas', indica María. El sábado se reunirá alrededor de la mesa con sus suegros y cuñadas. Pero no habrá nada tradicional, simplemente una comida algo más especial en familia.

Múnich, al calor de las velas

Con su familia alemana celebró Laura García las Navidades el sábado pasado. Sí, el 18 de diciembre. Y es que este año se vuelve de Múnich a España, para pasar la Nochebuena con sus padres.

Por eso, adelantó las celebraciones con su marido 2013que es alemán- y la familia de él. 'En España es muy diferente, porque para mí el día 24 es una gran fiesta, muy alegre. Aquí es muy tranquilo, son más meditativos y ponen velitas'.

¿Y cómo lo hicieron con la entrega de los regalos, que en la tradición germana trae el Niño Jesús o el 'Hombre de Navidad' la noche del 24? 'Mi sobrina tiene catorce años, así que ya sabe lo que hay. Y mi hija, tiene catorce meses, así que sin problema', explica Laura.

Su país de acogida y Baviera en particular son famosos por los mercadillos navideños. Sin embargo, Laura cree que en Múnich se le da demasiada importancia: 'Se pierde el sentido de la Navidad. Parecen más importantes los adornos, los mercadillos y los regalos. Pero el clima pega mucho: miras por la ventana y está todo nevado'.

Pekín, a ritmo de sevillanas

De Múnich en Alemania, nos trasladamos a la capital de China. Hace un mes que Víctor García de Blas abrió un restaurante español en Pekín con su socio. Era la guinda para el edificio de tres plantas, donde hace un año ya habían abierto un bar nocturno y otro de tapas.

Esta Nochebuena le toca trabajar. Y sus comensales serán principalmente chinos. 'Para el 24 de diciembre sobre todo hay chinos. Para el 31, muchos españoles y latinoamericanos', apunta Víctor. Aunque en China los cristianos son una minoría, Víctor dice que hasta los restaurantes chinos que hay junto al suyo tienen su árbol de Navidad y en el supermercado donde va a comprar suenan villancicos.

Entonces, ¿cómo es que tienen tantas reservas de chinos en su restaurante Olé para hoy? 'Aquí son muy típicas las mesas grandes con muchos comensales y les atrae mucho la comida y la cultura española. Incluso, tenemos una pequeña tienda con souvenirs como puedes encontrar en cualquier Plaza Mayor de España y compran sus recuerdos', asegura.

Nueva York, con Papá Noel

Desde Pekín, cruzamos el Pacífico para volar a Nueva York. Allí vive desde septiembre María Elías. Este año es el primero que no está en Burgos por Navidad. Por eso, su familia ha ido a pasar estos días con ella.

'Se nos hace un poco duro, porque habrá parte de la familia que no esté. Pero lo celebraremos como siempre. Lo único es que como aquí no hay Reyes, los regalos vendrán con Papá Noel', apunta.

Esta burgalesa se ha quedado sorprendida con la música que invade las calles y la iluminación de las tiendas por las calles de toda la ciudad, como si todas fueran grandes centros comerciales, comenta.

Buenos Aires, la melancolía de los descendientes


Del hemisferio norte, pasamos al sur. Marta Rey vive en Buenos Aires. Es hija de descendientes de valencianos y castellanos. Aunque nunca ha vivido en España, sí ha visitado el país de sus antepasados en numerosas ocasiones y se siente tan española como argentina. De hecho, está realizando los trámites para la nacionalización.

'Siempre te falta algo que no está contigo, porque está allá'
, dice Marta. Su hermano se fue a Barcelona hace 20 años, pero falleció y ahora su cuñada y sobrino viven en Madrid. Hace años que Marta no ha podido ir a visitarles.

Esta argentina, y española de corazón, preside la Asociación Cultural de Amigos de la Zarzuela de Argentina. Fue su madre, Sofía Rey, quien fundó la organización hace 51 años. Pero hace un mes dieron el último concierto, porque ya no les llegan subvenciones para mantener el proyecto. Marta ha pedido ayuda por carta incluso a los reyes de España y a Messi, pero de momento no ha obtenido respuesta.

'Esto no es solo cultural, esto levanta a un muerto de su cama. Esto también es social, musicoterapia', reivindica Marta, que se emociona hasta las lágrimas viendo que el proyecto vital de su madre se desmorona un año después de su fallecimiento.

Los conciertos de Navidad que la Asociación ha dado en años anteriores no se podrán repetir esta vez, pero Marta rememora los que sí dieron: 'Se apagaban todas las luces de la sala. Empezaba a entrar el coro, con una sola vela prendida cantando Noche de Paz y de esa única vela se encendían el resto de las velas. El público también cantaba. Era como una gran familia a la que empezaba a llegarle la luz'.

Madagascar, con la alegría de vivir

Luz lleva también Julián Cadenas, un misionero que vive en Madagascar desde 1987. Son pocas las veces que regresa a su casa de Alcorcón por estas fechas, pero no parece importarle mucho. En la localidad de Tsiroanomandidy, a 200 kilómetros de Antananarivo (capital de Madagascar), Julián se siente como en casa. Hasta a través del teléfono se le nota su sonrisa al hablar de su vida allí.

'La verdad es que como estoy aquí con los malgaches, a veces me cuesta encontrar la palabra en español', asegura. Julián fundó la ONG Fami, con la que intenta 'echarles una mano, dar un empujón' a los habitantes de Madagascar.

Ayudan a la escolarización de los niños, apadrinan a otros tantos en todo el país, llevan un programa de alfabetización para adultos, un centro para niños discapacitados, un internado para niñas2026 'Haciendo a la gente feliz, yo también soy feliz', explica Julián.

Hoy celebrará la Nochebuena con los niños y niñas que Fami atiende en Tsiroanomandidy. 'Los jóvenes harán la fiesta. Y también habrá una cestas con turrón que han mandado mis padres', cuenta.

Este misionero ya está aclimatado a las Navidades tropicales de Madagascar y dice que la pobreza que le rodea no empaña estas fiestas. 'Como han vivido siempre con sus carencias', no le dan mayor importancia. 'Cantan mucho y la gente es muy alegre'.

¿Y cómo se dice feliz Navidad en malgache? 'Sambatra noeli!'. Pues eso: ¡Feliz Navidad!

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