Así hay que comportarse cuando nos 'intoxicamos' con el amor

"Enamorarse es estar completamente seducido por otra persona, hasta el punto que logramos confiar tanto en ella que somos capaces de transformar por completo nuestra vida", afirma Carmen Loureiro, experta en inteligencia emocional de la Fundación Eduardo Punset.

Sin embargo, pese el estado de embriaguez que nos asalta cuando nos enamoramos, el sentimiento también acarrea una serie de problemas: celos, la infidelidad, decepción, dependencia…

Es precisamente en estas dificultades en las que se centra Maldito Amor, una guía emocional de comportamientos tóxicos, en la que la escritora Marta Rivera de la Cruz y Carmen Loureiro dan su visión científica del problema. "Es una expresión de desahogo", afirma Loureiro, "pero el amor es muy importante, lo necesitamos".

La obra ha sido escrita a cuatro manos: Marta Rivera de la Cruz se encarga de ejemplificar la problemática con relatos de pareja, mientras Carmen Loureiro cierra cada una de esos apartados dando la visión de un profesional en el asunto.

¿Qué pasa cuando nos enamoramos?

"En el momento en el que nos enamoramos se producen una serie de cambios químicos que motivan que estemos más atentos a la persona que nos gusta y nos atrae y nos prepara para organizar nuestra vida de tal manera que logremos establecer una relación con ella. Eso se traduce en que estamos casi obsesionados", afirma Loureiro.

Y es a partir de ese momento en el que nos podemos encontrar con los problemas…

¿Cuál es la principal amenaza para el amor?

"La desconfianza porque está asociada a la dependencia excesiva, supone que hay miedo a amar y a abrirse y miedo a comprometerse", afirma Loureiro. "La confianza es el ingrediente básico de toda relación, ésta se va a prendiendo en la infancia y la adolescencia".

De hecho, para la psicóloga las primeras etapas de nuestra vida suponen un factor determinante para nuestra parte afectiva futura. Sin embargo, aunque ésta haya sido terrible, aún hay esperanza "si encontramos una persona que nos ayude y nos sirva de guía".

¿Tiene un tiempo finito?

"No puede durar mucho tiempo porque acabaríamos agotados", afirma Loureiro. "El enamoramiento puede durar alrededor de dos o tres años para evolucionar a un estado más relajado en el que predomina el apego, el cariño… que puede convivir también con momentos de fuerte excitación".

"Las personas podemos enamorarnos y desenamorarnos a lo largo de toda la vida. De hecho, lo más frecuente es hacerlo varias veces" afirma la psicóloga en Maldito Amor. "Aunque la atracción y la pasión estén presentes en todos ellos, al menos al principio de la relación, es la necesidad de compartir la intimidad o un proyecto futuro lo que pesa más en el amor maduro".

¿Se puede superar una infidelidad?

"La infidelidad como cualquier problema o conflicto debe ser analizado y debe aportarnos un conocimiento sobre la relación con las otras personas, hay algunas que nos pueden decir muchas cosas, puede enseñarnos a mejorar nuestra relación", explica Loureiro.

"La posibilidad de que surja este problema es muy alta y, cuando ocurre, suele marcar un antes y después, ya que suele generar mucho sufrimiento. Esta crisis puede aprovecharse para iniciar un cambio y reforzar el vínculo o, por el contario, para marcar una distancia imposible de salvar por la aparición de la culpabilidad, la desconfianza y el rencor".

¿Cómo se supera una ruptura? ¿Es posible seguir siendo amigo de tu ex pareja?

"Amar y ser amados es una necesidad básica y de su satisfacción depende en gran medida nuestra salud y felicidad", afirma Loureiro en 'Maldito amor'. "La otra cara de la moneda, sentirnos rechazado, solos o aislados, constituye el temor por excelencia de todo ser humano, lo que explica que en gran medida organicemos la existencia en torno a la evitación de esa posibilidad. La ruptura amorosa, en la mayoría de los caso, implica enfrentarnos a ese temor y por eso suele ser tan dolorosa para las personas".

"El tema de continuar o no siendo amigos es una de las cuestiones que más debate ha generado", afirma Loueriro, "lo que quiere decir que hay pocos casos en los que se haya conseguido mantener la amistad. La relación de amistad es algo muy diferente a la relación amorosa por lo que sólo aquéllas que han resuelto muy bien la ruptura y siguen manteniendo aspectos en común a cuando fueron pareja pueden conseguirlo".