Aumentan a 60 los muertos en explosión en Nigeria, según los medios locales

  • El número de muertos por una fuerte explosión ocurrida ayer en una estación de autobuses de la ciudad de Kano, en el norte de Nigeria, ascendió de 20 a 60, informaron hoy los medios locales del país.

Lagos, 19 mar.- El número de muertos por una fuerte explosión ocurrida ayer en una estación de autobuses de la ciudad de Kano, en el norte de Nigeria, ascendió de 20 a 60, informaron hoy los medios locales del país.

A falta de las autoridades nigerianas hayan anunciado una cifra oficial de fallecidos, numerosos diarios nigerianos, entre ellos The Vanguard, Leadership y Daily Trust, citan a testigos presenciales que apuntan que unas 60 personas fallecieron tras la explosión, que apuntan fue perpetrada por un terrorista suicida.

Según el Daily Trust, que cita al presidente en Kano del grupo Ohaneze Ndigbo, que representa a la etnia local Igbo, Tobias Micheal Idika, se podían ver unos 60 cadáveres en el lugar del siniestro poco después del atentado.

"Conté unos 60 cuerpos sin vida, y hasta ahora las autoridades siguen retirando los cadáveres del lugar", aseguró Idika.

El medio detalla que el ataque fue llevado a cabo por un terrorista, que empotró su automóvil, un Volkswagen Golf, cargado de explosivos, contra un autobús de lujo que iba a transportar a sus pasajeros hasta Lagos, la capital económica de Nigeria.

La explosión destruyó por completo el autocar y produjo incendios en otros vehículos que estaban alrededor.

Otros testigos del atentado apuntaron que muchos pasajeros que se encontraban en la estación de autobuses, así como trabajadores, fueron alcanzados por la explosión, cuyos cadáveres quedaron completamente calcinados, mientras que muchos otros resultaron heridos.

Por su parte, el portavoz de la Agencia de Gestión de Emergencias Nacionales, Yushau Shuaib, aseguró que los equipos de rescate y las agencias de seguridad aún no habían conseguido determinar cuántas personas habían perdido la vida en el atentado.

Aunque ningún grupo se ha responsabilizado del ataque, se cree que es obra de los rebeldes islamistas de Boko Haram, que comenzó con sus actividades terroristas en Kano y otras ciudades del norte de Nigeria en 2009.

La estación de autobuses de Kano ya fue atacada el año pasado, aunque el número de víctimas fue mucho menor.

Mientras, el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, condenó ayer el ataque terrorista, que tildó de "brutal".

"El Gobierno Federal (de Nigeria) no será forzado, por ninguna razón, a abandonar su guerra implacable contra los terroristas de nuestro país", añadió Jonathan en un comunicado que remitió a la prensa ayer la Presidencia del país.

Boko Haram significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", y sus miembros luchan presuntamente por imponer la ley islámica en el país, de mayoría musulmana en el norte y preponderancia cristiana en el sur.

Desde 2009, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado unos 1.400 muertos, según la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), aunque el Ejército de Nigeria asegura que las víctimas son más de 3.000.

Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, económicas, religiosas y territoriales.

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