Sídney (Australia), 2 nov.- Australia anunció hoy que destinará 100 millones de dólares en los próximos cuatro años a programas de lucha contra la malaria en la región de Asia Pacífico, donde el 64 por ciento de la población está expuesta a contraer esta enfermedad.
El ministro de Exteriores de Australia, Bob Carr, hizo el anuncio en la Conferencia "Malaria 2012: Salvando vidas en Asia Pacífico", organizada por el país oceánico y el enviado especial de la ONU para la Malaria, Ray Chambers.
"La enfermedad tiene un impacto desproporcionado en los pobres y tiene fuertes consecuencias en la economía y en el desarrollo", dijo Carr en la conferencia que concluye hoy en Sídney.
El canciller australiano fijó como objetivo la reducción de los casos y de la tasa de mortalidad en un 75 por ciento en 2015 lo que, según estimó, permitiría salvar 70.000 vidas y prevenir unos 50 millones de infecciones.
En un comunicado, el ministerio de Exteriores indicó que Australia proveerá a la región con 276 millones de mosquiteras impregnadas de insecticida, 2.000 millones de dispositivos para el diagnóstico de la malaria y 47 millones de medicamentos de calidad para tratar esta enfermedad endémica.
Carr también recordó que "una persona muere cada minuto a consecuencia de la malaria y muchos más perecerán si no se toman medidas frente a la cepa resistente a los fármacos".
Esta cepa de la malaria o paludismo ha aumentado su resistencia a los tratamientos de artemisinina en la región del Gran Mekong, que incluye áreas de Camboya, Tailandia, Birmania (Myanmar), Laos y Vietnam.
En todo el mundo se registran anualmente más de 216 millones de casos de malaria, que se transmite a los humanos mediante la picadura de mosquitos anofeles infectados, y de este total, 655.000 son mortales, según la Organización Mundial de la Salud.
Unos 30 millones de casos de malaria se contabilizan cada año en la región de Asia-Pacífico, donde la enfermedad es endémica en 22 países y causó la muerte a unas 42.000 personas en 2010, la mayoría de ellas en India, Birmania (Myanmar), Bangladesh, Indonesia y Papúa Nueva Guinea.
La contribución de Australia incluye 15 millones de dólares en acciones para controlar las cepas resistentes a los fármacos en la región del Mekong, y 30 millones en programas de investigación médica y para el control de la malaria en las Islas Salomón, Vanuatu y Papúa Nueva Guinea.
La conferencia, en la que participan diez ministros de Sanidad de países de la región, funcionarios, científicos y otros expertos en medicina tropical, se inició el miércoles pasado y concluye hoy con una reunión ministerial encabezada por Carr y Chambers.
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