Austria construirá una valla en su frontera con Eslovenia

  • En un nuevo golpe al espacio Schengen de libre circulación de personas en Europa, Austria anunció este viernes la instalación de una valla metálica de 3,7 kilómetros de longitud en su frontera con Eslovenia, para controlar el flujo récord de inmigrantes.

La barrera, de 2,2 metros de alto y prevista en el paso fronterizo de Spielfeld, se completará en menos de seis semanas. Será además la primera entre dos países miembros del espacio Schengen de libre circulación, uno de los logros más tangibles y prácticos de la integración europea.

La ministra del Interior austríaca, Johanna Mikl-Leitner, insistió en que "la valla es conforme con el acuerdo de Schengen", que prevé excepciones en determinados casos, y que forma parte de una serie de medidas temporales destinadas a "canalizar" mejor el flujo de llegadas. En total, la frontera entre Eslovenia y Austria es de más de 300 km.

"Estamos hablando de un flujo ordenado, no de una barrera", indicó el jefe de gabinete del canciller Werner Faymann, Josef Ostermayer, a la prensa en Viena.

La víspera de esta decisión, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió de que el espacio Schengen está a punto de derrumbarse con la multiplicación de barreras en respuesta a una falta de consenso sobre cómo gestionar juntos la crisis migratoria.

Esta misma semana, Suecia, tradicionalmente un país con una política de acogida muy generosa, restableció temporalmente los controles fronterizos.

Eslovenia, a su vez, desplegó una alambrada en la frontera con Croacia, que no es miembro del espacio Schengen, integrado por 26 países europeos.

Previamente, Hungría cerró sucesivamente sus fronteras con Serbia y Croacia, lo que desvió el flujo migratorio hacia Eslovenia.

El viernes, Budapest acusó a la UE de "hipocresía", recalcando que se había criticado a Hungría por construir una valla y que ahora otros países hacían lo mismo.

Europa afronta su mayor crisis migratoria en 70 años, y según la ONU, más de 800.000 personas, en su mayoría refugiados de Siria, Afganistán e Irak, llegaron por mar al continente en lo que va de año.

La inmensa mayoría cruza en precarias embarcaciones desde Turquía hacia las islas griegas del Egeo oriental (Lesbos, Samos, Quíos, Kos, Kálimnos) y desde allí emprende un largo y peligroso periplo por tierra camino del norte de Europa.

Este viernes, los guardacostas italianos anunciaron el rescate de más de 700 migrantes que viajaban en cuatro botes de goma y un barco de pesca frente a las costas de Sicilia.

En este contexto, Grecia instó a Turquía a actuar contra el tráfico "organizado" de migrantes desde las costas turcas.

Las autoridades austríacas informaron este viernes que se almacenará alambre de espino en unos contenedores cercanos a la valla en cuestión para desplegarlo en la frontera, en caso de que la situación empeore.

Según la ministra Mikl-Leitner, Eslovenia se ha comprometido a reforzar las medidas de control en las fronteras. Pero en caso de que estas resulten insuficientes, Austria está dispuesta a desplegar una barrera de un total de 25 kilómetros, destacó la ministra.

Los dos países comparten una frontera de 330 km, y están en la ruta de cientos de miles de personas que buscan rehacer sus vidas en el norte de Europa.

La mayoría de ellas siguen adelante, aunque Austria espera este año 95.000 solicitudes de asilo, todo un récord.

En su gestión de la crisis migratoria, la coalición de gobierno del socialdemócrata Faymann sufre además la presión del partido de ultraderecha FPÖ, que lidera los sondeos.

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