En un comunicado, el departamento de Defensa australiano indicó que la misión se llevó a cabo durante la noche y los aviones regresaron a su base en Oriente Medio "sin incidentes".
"No se utilizaron armas durante la misión", en la que participaron dos cazas F/A-18A Hornet, así como dos aeronaves más, precisó.
Un oficial de la aviación australiana, Stu Bellingham, dijo que los cazas buscaban actividad enemiga en el este de Siria y que se preparan para eventuales operaciones de vigilancia o ataques.
Australia, que ya forma parte de la coalición liderada por Estados Unidos para luchar contra el EI en Irak, decidió extender a Siria estos ataques a petición de Washington y en virtud del derecho a la legítima defensa, ya que este grupo extremista no respeta las fronteras nacionales.
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