Herrera, que cumplirá 40 años en diciembre y lleva más de 20 años de carrera, interpretará "Romeo y Julieta", en la versión del exbailarín y coreógrafo argentino Maximiliano Guerra, actual director del Ballet Estable del Colón.
"Mi Romeo y Julieta tiene mucho perfume del de Kenneth MacMillan, es un ballet de tres actos, tremendamente clásico, en el que ya estamos trabajando con Paloma para lograr que esa Julieta sea magnífica, como solo ella lo puede hacer", dijo Guerra en una rueda de prensa al anunciar las funciones de despedida que se realizarán entre el 11 y el 17 de octubre.
Luego, la bailarina iniciará una gira para bailar "Giselle" en distintos escenarios de Argentina, donde regresó para instalarse, dar clases y, en el futuro, lanzar su propia marca de ropa.
La exprimera bailarina ya se despidió del prestigioso ABT de Nueva York en una función de "Giselle" el 27 de mayo pasado, en la que fue aclamada por más de 10 minutos. No obstante, se generó polémica porque no bailó en el horario central como se esperaba para una estrella, sino en una matiné.
"Fue una despedida feliz, más feliz no me pude ir. La función más feliz de mi vida fue esa, no me entraba la felicidad en el cuerpo. Ellos (ABT) me dieron todo durante los últimos 24 años, no puedo pedir más", dijo al negar versiones sobre su presunta amargura en su adiós a Nueva York.
Contó que fue ella la que prefirió bailar "Giselle" y no la obra de Alex Ratmansky (coreógrafo del ABT) que el director había elegido para ella, por lo que pudo hacerlo pero en el horario de matiné y no el de la gala.
"No tengo nada pendiente, no puedo pedir más... totalmente llena, feliz con mi carrera y agradecida con la vida... es la mejor forma de terminarla", había escrito en 2014 en su sitio de internet cuando anunció su retiro del ABT al fin de la temporada 2015.
La artista, considerada uno de los símbolos del ABT, llegó a ese prestigioso ballet en junio de 1991 tras una audición a la que sólo fue para estar cerca de sus ídolos por un rato, según sus propias palabras.
En 2011 cumplió 20 años de carrera siempre en la misma institución, de la cual es además bailarina principal desde 1995.
Dueña de un talento excepcional, Paloma empezó a tomar clases de ballet a los siete años en Argentina y, tras ganar numerosos concursos, estudió en Minsk, Londres y Nueva York con grandes maestros hasta llegar al ABT, donde fue promovida a solista a los 17 años y a bailarina principal a los 19.
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