Ban pide a Turquía diálogo con Siria para rebajar tensión tras ataque

  • El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó hoy los últimos bombardeos en la zona fronteriza entre Turquía y Siria que dejó varios civiles fallecidos e instó al Gobierno de Ankara a dejar abiertos todos los canales de comunicación con Damasco para rebajar las tensiones.

Naciones Unidas, 3 oct.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó hoy los últimos bombardeos en la zona fronteriza entre Turquía y Siria que dejó varios civiles fallecidos e instó al Gobierno de Ankara a dejar abiertos todos los canales de comunicación con Damasco para rebajar las tensiones.

Ban mantuvo hoy una conversación telefónica con el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, quien le trasladó su "honda preocupación" por el incidente tras la caída en su territorio de un obús lanzado aparentemente desde Siria que causó cinco muertos y trece heridos, según informó el portavoz de Ban, Martin Nesirky.

El máximo responsable de las Naciones Unidas expresó sus condolencias por la pérdida de vidas humanas e instó al ministro turco a mantener abiertos "todos los canales de comunicación" con las autoridades sirias para rebajar cualquier tensión que pueda surgir como resultado del incidente.

El jefe de la diplomacia turca, que también conversó hoy con el representante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, tiene lugar después de que Ankara anunciara que la caída en su territorio del obús es "la gota que colma el vaso" y tomará represalias contra Siria.

El presidente de Siria, Bachar al Asad, acusa a Turquía de apoyar abiertamente a los "terroristas" que combaten desde hace casi dos años contra las autoridades de Damasco, un país que acoge en trece campamentos a 93.576 refugiados sirios que han huido de su país por el conflicto, según datos del Naciones Unidas.

Por otro lado, el portavoz de Ban dijo hoy a la prensa en la sede de la ONU que los últimos ataques en la ciudad siria de Alepo, donde murieron al menos 33 personas y decenas resultaron heridas, son un "nuevo ejemplo" de violencia que obliga a la comunidad internacional a actuar de forma responsable para frenar el baño de sangre.

Dos coches bomba fueron detonados por supuestos "terroristas suicidas" en una céntrica plaza de la capital económica del país controlada por efectivos gubernamentales, tras lo cual fueron abatidos por las fuerzas del orden, según la agencia de noticias oficial siria Sana.

"Hay que reducir las tensiones y el nivel de violencia antes de que tenga éxito el diálogo en Siria", afirmó el portavoz de Ban, quien lamentó que ambas partes sigan apostando por la vía militar "creyendo erróneamente" que puede ser exitosa, en vez de recurrir a la vía del diálogo, "dónde preferiríamos que estuvieran".

Desde finales de julio Alepo, la localidad más importante del norte de Siria, es testigo de enfrentamientos entre los leales al presidente Al Asad y los rebeldes, que se han intensificado en los últimos días, donde este fin de semana ardió el histórico zoco de la ciudad y resultaron destruidas por las llamas unas 1.500 tiendas.

El grave conflicto que vive Siria desde marzo de 2011 ha causado ya al menos 25.000 muertes, mientras que otras 2,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y más de 250.000 se han refugiado en los países vecinos, de acuerdo a las cifras de Naciones Unidas.

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