Ban pide controlar brote de violencia entre budistas y musulmanes en Birmania

  • El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió hoy a las autoridades birmanas a controlar el último rebrote de violencia sectaria entre budistas y musulmanes que ha dejado medio centenar de muertos en el oeste del país.

Naciones Unidas, 25 oct.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió hoy a las autoridades birmanas a controlar el último rebrote de violencia sectaria entre budistas y musulmanes que ha dejado medio centenar de muertos en el oeste del país.

"El último rebrote de violencia en cinco localidades del estado Rakhine es profundamente preocupante", afirmó el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, en un comunicado en el que pidió a las más altas autoridades que contengan los niveles de violencia sectaria.

El máximo responsable de la ONU advirtió que la "desconfianza" detectada entre las diferentes comunidades está siendo "explotada" por militantes y otros criminales "para causar muertes, destrucción material, desplazamientos y miedo, humillación y odio".

"Los ataques de vigilantes, las amenazas dirigidas y la retórica extremista debe llegar a su fin. De lo contrario el tejido social podría resultar dañado de forma irreparable y ponerse en peligro las reformas y apertura en el país", añadió el portavoz.

Por último, mostró la disposición de Naciones Unidas para hacer "todo lo que sea necesario" para contribuir a aliviar las tensiones sectarias que está viviendo el país y traer "tranquilidad y armonía" a la región.

Las autoridades birmanas elevaron hoy a cincuenta el número de muertos causados por el rebrote de la violencia sectaria en la región del oeste de Birmania (Myanmar), adonde han sido enviadas tropas de refuerzo.

Además, cerca de medio centenar de personas resultaron heridas y más de un millar de casas incendiadas en los disturbios registrados desde el domingo en varias aldeas del estado Rakhine, colindante con Bangladesh, dijo el jefe de comunicación del Gobierno, Myo Than.

En un intento de evitar que se produzcan nuevos enfrentamientos sectarios, las autoridades mantienen el toque de queda en las aldeas de Mrauk U y Minbya, origen de los actos violentos que luego se extendieron a otras localidades.

Unos 800.000 musulmanes de la etnia rohingya habitan en Birmania, la mayoría en Rakhine, aunque las autoridades de este país de mayoría budista no les reconocen la ciudadanía y mantienen que proceden de la vecina Bangladesh.

Birmania estuvo sometida a juntas militares desde 1962 hasta 2011, cuando el último régimen se disolvió de forma pacífica y traspasó el poder a un Gobierno civil afín que empezó un proceso de reformas de tinte democrático.

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