Bardem: "Es innegable que la justicia universal está con el pueblo saharaui"

  • "La justicia universal está de parte del pueblo saharaui, eso es innegable, y lo sabe hasta la gente que lo niega", ha dicho a EFE el ganador de un Óscar Javier Bardem, que estos días en Madrid promociona su último proyecto solidario, el documental "Hijos de las nubes. La última colonia", que produce.

Madrid, 17 may.- "La justicia universal está de parte del pueblo saharaui, eso es innegable, y lo sabe hasta la gente que lo niega", ha dicho a EFE el ganador de un Óscar Javier Bardem, que estos días en Madrid promociona su último proyecto solidario, el documental "Hijos de las nubes. La última colonia", que produce.

El documental quiere sensibilizar al mundo sobre los atropellos que sufre el pueblo saharaui, desplazado al desierto por Marruecos hace ya 37 años.

Bardem, reconocido activista de los derechos humanos, ha colaborado con numerosos proyectos solidarios, como "Pastillas para el dolor ajeno", de Médicos sin Fronteras; en apoyo de las abuelas de la Plaza de Mayo y del juez Garzón; estuvo en el "No a la guerra" contra Irak y, más recientemente, ayuda a personas que creen que puedan haber sido niños robados.

Pero desde que el protagonista de "Biutiful" conoció a los saharauis, con los que convivió invitado por el Festival de Cine de FiSahara -el único del mundo que se celebra en un campo de refugiados-, se enamoró de la gente y de la causa polisaria y decidió que "había que hacer algo".

Y se puso de acuerdo con Longoria, fundador de la productora Morena Films, que estaba viviendo esa misma experiencia, para que dirigiera su primer documental sobre el tema.

"Establecimos una relación personal y emocional con los saharauis y ahí empezó el viaje para intentar entender", apunta el actor.

Bardem, que ya había producido con gran éxito la obra coral y solidaria "Invisibles", asume con deportividad que en España se le critique por su mostrada tendencia izquierdista.

"Si ser actor significa que vas a recibir críticas por decir lo que piensas, lo sabes y lo aceptas: si esa es tu parte del juego, pues bienvenido sea", afirma, y añade que "detrás de un actor, un médico o un fontanero hay un ciudadano que vota, que cree en una solución para los conflictos de la sociedad en la que vive y que tiene la obligación y el derecho de decir lo que piensa".

En el documental, que guía la voz de la actriz española Elena Anaya, la cámara sigue a Bardem por los campamentos de refugiados situados "en el desierto del desierto", a caballo entre Marruecos y Argelia, o mientras prepara su intervención ante la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en defensa de los derechos de los saharauis.

Y va con él hasta las mismas puertas del Palacio de la Moncloa, donde llevó 230.000 firmas de españoles que apoyan la causa, aunque no consiguió que le recibiera nadie.

Reconoce a EFE que lo más frustrante fue no contar con el testimonio de algunas de "piezas importantes de este ajedrez", indica Bardem, muchas por temor a represalias.

Varios expertos y personalidades políticas prestan su testimonio -hicieron hasta 70 entrevistas- pero faltan otros muchos, que no quisieron o no pudieron, como el expresidente español José María Aznar, o el ex "mister PESC", Javier Solana, como tampoco ninguna autoridad marroquí.

"Pero al final -ha dicho Bardem- hemos conseguido una cierta objetividad de opiniones más allá de lo que nosotros podamos creer".

Bardem, que pronto será "el malo" de la nueva entrega del agente 007 y veremos en la adaptación al cine de la novela "Alacrán enamorado", que ha escrito su hermano Carlos y dirigirá Santiago Zannou, rechaza entre risas asumir alguna vez la dirección de una película.

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