Una niña de diez meses ha tenido que ser intervenida después de golpearse la cabeza y necesitaba una transfusión de sangre. Sin embargo, los padres rechazaron el procedimiento por ir en contra de sus creencias como Testigos de Jehová. Ante esto, los médicos llamaron a la Policía y después a un juez para que intervinieran en lo sucedido aunque al final no fue necesaria la intervención de las autoridades dado que la operación se completó con éxito, según informa TGCom24.
Los padres, residentes de Legnano, Italia, comentaron a un medio local que la niña se cayó pero "al principio parecía estar bien y no haber tenido consecuencias particulares". A las pocas horas del golpe, la niña comenzó a presentar síntomas anormales, comenzó a toser y vomitar y por eso la llevaron a urgencias. Una vez en el hospital de la ciudad italiana los médicos comunicaron a los padres que era necesario intervenir a la cría por un derrame en la cabeza.
Fue en este momento cuando los encargados de la operación solicitaron el consentimiento a los padres para realizar una transfusión a su hija, un procedimiento rutinario. Fue ahí cuando los progenitores se negaron rotundamente debido a su religión. Ante la decisión de la madre y el padre, los médicos y su buena labor fueron quienes lograron salvar a la niña sin recurrir al procedimiento, aunque la negativa de los padres pudo haber tenido consecuencias fatales.
Ante la noticia publicada en la prensa italiana, la Congregación religiosa ha publicado un comunicado en el que salen a la defensa de los padres diciendo que "el niño no estuvo en peligro de muerte".
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