Becas en el extranjero para dejar las armas en Libia

Esam Zuber

Trípoli, 10 jun.- La reintegración en la vida civil de los milicianos que en 2011 tomaron parte en el levantamiento armado que acabó con el régimen del coronel Muamar al Gadafi se convirtió desde el comienzo mismo de la transición en un quebradero de cabeza para el nuevo Gobierno libio.

La muerte de 31 personas el sábado en la ciudad oriental de Bengasi en un tiroteo entre milicianos dependientes del Ministerio de Defensa y manifestantes contrarios a la existencia de estos grupos armados, ha sido el último ejemplo de una larga lista de conflictos en los que han estado envueltos los antiguos rebeldes.

Incapaz de extender su autoridad en gran parte del territorio, el Ejecutivo ha tratado de ofrecer alternativas a los jóvenes que tomaron las armas, proponiéndoles una carrera militar o dentro de los cuerpos de Policía, la creación de pequeñas o medianas empresas o, más recientemente, formación en el extranjero.

El Congreso Nacional General (Parlamento) lanzó a finales del primer trimestre de este año una iniciativa para formar a 30.000 jóvenes libios con el objetivo de que se alejen de las armas.

Un total de 18.000 de ellos serán enviados al extranjero para que puedan regresar al país con una formación sólida que les permita reiniciar una nueva vida.

Según explicó a Efe el director del organismo de combatientes, Musta Al Saquezli, el plan, cuyo objetivo es la integración y el desarme de los "zuar" (revolucionarios), se llevó a cabo después de un amplio estudio supervisado por la ONU, que incluyó 136.000 entrevistas personales.

Al Saquesli aclaró que los planes de formación están enfocados en tres direcciones básicas.

La primera, se centra en favorecer tanto que los jóvenes completen ciclos de formación superior, como que se matriculen en módulos de formación profesional.

El responsable explicó que esta iniciativa está dirigida también a favorecer el desarrollo del país.

"Es una iniciativa audaz que ofrecerá a los jóvenes libios la oportunidad de estudiar y contribuir a la construcción de Libia en todos los ámbitos y en distintos niveles", dijo Al Saquezli.

Este año se enviarán al extranjero 5.000 antiguos rebeldes, con especial atención en aquellos que participaron en el frente o los que sufrieron mutilaciones como consecuencia del conflicto, que se prolongó entre febrero y noviembre de 2011.

Los primeros beneficiarios de estas becas recibirán formación relacionada con la administración y la gestión.

Sesenta jóvenes "zuar", de un total de 300, ya han sido enviados a la escuela de Administración del Estado de Dubai.

Otra faceta de este proyecto es la creación de un fondo para apoyar la creación de pequeñas y medianas empresas en estrecha colaboración con el Ministerio de Economía.

Según Al Saquesli, un 42 por ciento de los jóvenes encuestados mostraron su deseo de crear su propio negocio.

Por último, el tercer pilar de esta iniciativa es la integración en los cuerpos de seguridad y en el Ejército de todos aquellos milicianos que lo deseen .

En el marco de este plan, el que más tiempo se lleva desarrollando, el primer ministro, Ali Zidán, anunció recientemente la constitución de la Guardia Nacional, un cuerpo dirigido a la absorción de los "zuar" que superen las pruebas de ingreso.

No obstante, Zidán quiso dejar claro que dicho aparato, que dependerá del Ministerio de Defensa, no representará ninguna idea política, ideológica ni religiosa y que los reclutas deberán alistarse de manera individual.

El expresidente del Parlamento, Mohamed al Magrif, expresó recientemente las preocupaciones de la clase política durante su discurso de renuncia el pasado 28 de mayo.

"Las armas están en manos de miles de personas que se encuentran al margen de la legalidad, que simpatizan con el régimen de Gadafi o (en manos) de revolucionarios que se han desviado de los intereses de la Nación", dijo.

Al Magrif incluso acusó a "algunos parlamentarios" de "alentar a las milicias de sus zonas para presionar a sus compañeros para la consecución de sus objetivos".

Las funciones de esta Guardia Nacional serán dar apoyo a la Policía y al Ejército en la vigilancia de bosques, caminos, complejos petroleros y gasísticos, así como cualquier establecimiento de interés nacional situado fuera del casco urbano de las ciudades.

Cien comandantes en jefe de los rebeldes ya han sido enviados a Kosovo para formarse en la integración y la construcción de las instituciones del Estado, así como de los aparatos de seguridad y del Ejército.

Desde el Ministerio de Interior quieren hacer hincapié en que es un plan gradual y que en algunas ciudades del país ya se han integrado todos los revolucionarios que solicitaron su participación.

Según datos oficiales, 51.536 antiguos "zuar" presentaron su "expediente de integración", de los cuales 5.000 ya han concluido su formación y 6.000 están inmersos en el proceso.