Berna Angulo, el triatleta sin peronés que hace Ironman tras superar dos tumores

    • Los médicos le amputaron los dos perones para reconstruir su mandíbula, pero los quirófanos no le han robado sus sueños.
    • Ha superado dos tumores, a los 13 y a los 21 años. A los 40 es un gran superatleta después de más de 10 operaciones.

Superar las metas, conseguir los objetivos marcados o nunca rendirse, son algunas de las frases que retumban en la cabeza de Berna Angulo. No es ni más ni menos que un deportista amateur de los muchos a los que le atrajo la fiebre por el 'running' en España desde hace unos años. Pero la historia de este vecino de Muskiz (Musques, Vizcaya) es especial por varios motivos.

'Con 40 años he hecho un Ironman, con 50 haré otro y con 60 otro'. Es su filosofía de vida. No mirar nunca al pasado, aunque sin olvidarlo, para pensar siempre en un futuro mejor ligado al deporte. Un Ironman es la prueba más exigente del triatlón. Consta de 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie (maratón). El Ironman tiene un tiempo límite de 17 horas, un tiempo promedio de 12 y el tiempo récord actual es de 7:41:33. Un reto solo para valientes.

Y Berna, además de valiente, es un luchador. 'A los 13 años me diagnosticaron un tumor en la mandíbula. Por entonces jugaba al fútbol, la pasión de mi vida. Tuve que dejarlo y hasta los 21 no pude practicar deportes de contacto'. Después de pasar por el quirófano varias veces, empezó a practicar remo, ciclismo e infinidad de deportes con el objetivo de no recaer. 'Me cuidaba para que no me salieran más tumores. Hacía deporte para olvidar y para intentar estar bien físicamente. Desde antes de entrar a quirófano, estaba deseando salir para hacer deporte'.

Ocho años después la vida le dio otro revés. Su maltrecha mandíbula recayó y esta vez la operación tuvo que ser más agresiva. A los 13 años le rasparon el hueso para no perjudicar el crecimiento de su cara, pero ya a los 21 le cortaron la mandíbula por completo: 'Me salió otro tumor y los médicos decidieron ponerme una prótesis para intentar acabar con los problemas'.

Nada que Berna no pudiera superar. Sacó fuerzas mientras completaba sus primeros triatlones y consiguió una plaza de Policía Local. La vida le empezaba a sonreír, la prótesis funcionaba y sus problemas de mandíbula quedaban atrás. Pero en 2008 ocurrió algo inesperado. 'Tuve un accidente laboral, me rompieron las prótesis y los médicos decidieron amputarme un peroné para utilizarlo como mandíbula. Les dije que me gustaba mucho el deporte y que esto supondría un problema para mí, pero no había otro remedio. Superé varias operaciones de más de 11 horas e infecciones en la boca', recuerda Berna.

Desde entonces está jubilado, pero nunca ha abandonado el deporte para 'buscar paz mental'. Sin un peroné todo se le complicaba en las exigentes pruebas de atletismo: 'Quería superar obstáculos a pesar de mi discapacidad', Los problemas con su mandíbula continuaban y después de sufrir infecciones decidió ponerse en contacto con un especialista, el doctorPedro Cavadas. Viajó a Valencia para citarse con el primer doctor que hizo una operación de cara en el mundo en busca de una segunda opinión. 'Me dijo que me tenía que amputar el otro peroné para sustituirlo por el que ya tenía como mandíbula. Mi sueño de segur haciendo deporte se complicaba más todavía', relata.

Pasó otras tres veces por el quirófano en Valencia en el año 2010, donde también le quitaron un trozo de cadera, y recuerda que lo último que hizo antes de las operaciones fue ponerse un nuevo reto: terminar un Ironman.

Hacer deporte sin peronés

Lo que la mayoría de las personas ni siquiera intenta hacer en su vida, él soñaba con hacerlo a pesar de su discapacidad. El peroné se encuentra en la parte externa de la pierna y es uno de los soportes, junto a la tibia, del cuerpo humano. Empezó a nadar para entrenar y compitió en diferentes triatlones. Para Berna 'correr es un tormento. Cada golpe del pie contra el asfalto es un suplicio. Los dolores son impresionantes. Nunca podré volver a correr sin dolor. Es imposible', admite.

Pero la falta de los peronés no es la única traba a la que se enfrenta Berna Angulo a la hora de hacer deporte: 'Me cortaron muchos vasos sanguíneos y no recupero igual cuando hago ejercicio físico. Mi riego sanguíneo no es igual al de una persona normal. Me estoy perjudicando la salud. No puedo correr, saltar ni jugar al tenis'. No hay antecedentes de nada parecido en España. Las operaciones a las que fue sometido son habituales en personas mayores que nunca vuelven a practicar deporte. Berna, completó su primer triatlón sin peronés en 2011. Finalizó el 65 de 340 participantes en Getxo.

Su entrenador ha sido clave para el éxito. Antonio Bores de la clinica rendandprev (rendimiento&prevención de Castro Urdiales), le readaptó todos los entrenamientos hasta alcanzar la meta. Berna ha competido en varios deportes quedando en puestos destacados a pesar de la discapacidad. Gracias a sus entrenador ha aprendido que 'es importante dosificar tus fuerzas, más con un problemas como el mío. Necesitas dente que un experto te asesore y yo he encontrado el mejor en lo suyo. Mi entrenador me ha dado estabilidad e inteligencia en el deporte. Me ha enseñado el entrenamiento invisible. No se ve, pero es fundamental para conseguir las metas. El entrenamiento invisible es el descanso y la nutrición'.

Vídeo de Runnea.com, la web de la clinica rendandprev.Preparar un Ironman sin poder correr

La preparación para el Ironman es muy exigente y Berna entrena una media de tres horas diarias. 'Por la mañana hago natación y por la tarde elíptica y pesas para fortalecer las piernas', comenta. Había pasado cuatro años desde la operación cuando se veía preparado para el Ironman de Vitoria que se celebró en julio. 'No podía correr, durante siete meses de preparación solo corrí 20 días. Mi equipo me ha apoyado en todo momento. Empecé en enero con mi entrenador, Antonio Bores, y hasta abril no pude correr. Hacía elíptica y aquarunning para suplir la falta de carrera a pie'.

La mezcla del entrenamiento visible y el invisible, como lo llama Berna, tardó en dar sus frutos: 'En marzo pensaba que no podía hacer el Ironman porque no había corrido ni un día. Mi entrenador siempre me ha apoyado'. Recuerda como era sus conversaciones en los duros momentos: ''Berna puedes correr. No puedo. Tranquilo, hay que hacer elíptica''.

Antes del Ironman de Vitoria 'me puse como meta hacer el medio Ironman de Getxo. Quedé en la décima posición contra 400 triatletas sin ninguna discapacidad. Eso para mí fue un punto de inflexión'. La siguiente prueba fue el medio Ironman de Fuerteventura. 'Había corrido dos días y quede en el puesto 22. Haberlo acabado, con lo duro que fue gracias al esfuerzo y al trabajo de Bores, era increíble e impensable'. Mientras, completaba triatlones e incluso compitió en el campeonato de España de cuadriatlón (Triatlón más 8 kilómetros de piragua) y finalizó en en el puesto 27.

En julio llegó la gran prueba, el Ironman de Vitoria. El día previo a las grandes pruebas, Berna entrena en el asfalto y toma tres antiinflamatorios para combatir el dolor. De la prueba guarda un recuerdo agridulce, porque consiguió completarla pero 'quería acabar mejor, me caí y tuve mala suerte', lamenta. Después de completar el Ironman, 'el dolor es muy intenso. Paso una semana en la cama sin poder andar'. Pero los dolores no le frenan y su próximo objetivo es el medio Ironman de Bilbao que se celebrará en el mes de mayo.

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