Bernarda Alba levanta la cabeza de las mujeres gitanas de El Vacie

  • Madrid.- "Semos carne humana, como todos" ha sido una de las sentencias que Rocío Montero, "gitana pura y alfabeta" de 50 años, ha dictado al hablar de su papel en "La casa de Bernarda Alba", que estrena hoy El Español, y lo ha hecho para reivindicar, precisamente, una casa "sin ratas y donde no entre la lluvia".

Bernarda Alba levanta la cabeza de las mujeres gitanas de El Vacie
Bernarda Alba levanta la cabeza de las mujeres gitanas de El Vacie

Madrid.- "Semos carne humana, como todos" ha sido una de las sentencias que Rocío Montero, "gitana pura y alfabeta" de 50 años, ha dictado al hablar de su papel en "La casa de Bernarda Alba", que estrena hoy El Español, y lo ha hecho para reivindicar, precisamente, una casa "sin ratas y donde no entre la lluvia".

La suya, hecha con "tablas y un toldo", está en el poblado chabolista sevillano de El Vacie, el más antiguo de Europa, al lado de las que habitan sus otras siete compañeras, mujeres que han salido por primera vez de "ese encierro a cielo abierto" y han cruzado los 150 metros que separan "la Edad Media de la civilización" para ser actrices "y levantar la cabeza".

La aventura empezó hace dos años cuando Ricardo Iniesta, creador del "laboratorio teatral" Territorio de Nuevos Tiempos (TNT), hizo caso a la actriz Silvia Garzón y convocó al lado del poblado talleres de teatro para mujeres gitanas analfabetas, que tuvieron que cerrar, ha dicho el promotor, porque era tal el éxito que no podían manejar la demanda.

En noviembre del año pasado, Pepa Gamboa, directora especializada en espectáculos flamencos, se empeñó en sacar adelante con ocho de ellas una versión "fraccionada y heterodoxa" del drama de Federico García Lorca, que, según dice, "les ha tendido la mano para que se expresen" y que ya han podido ver espectadores de Sevilla, Elche y Castellón.

"Es muy emocionante por muchísimas cosas, un punto de reflexión único. Han sido todas muy valientes", asegura Gamboa, que logró que las actrices, de las que sólo tres saben leer y escribir "algo", se aprendieran sus textos jugando con una pelota y forzándolas a decir sus frases.

"Silvia mos llamó y nosotras: 'cómo va a hacer una gitana teatro si además somos alfabetas'. Era como un juego y Pepa se ponía dura y decía hay que aprenderlo. Yo decía: 'calma, Pepa, que Zamora no se ha hecho en una hora' -risas de sus compañeras-. Y me ponía a cocinar, y con el texto, y estaba durmiendo y parecía que los textos me salían por la boca", rememora Rocío Montero (Bernarda Alba).

"Para nosotras fue un poquito duro pero ahora sentimos mucho orgullo porque podemos presentarnos en cualquiera lao", dice Montero, que dejó ayer su chabola llorando porque la lluvia la tiene inundada y porque ha dejado a su marido con ocho niños, suyos y de otras de las actrices.

"¿Un hombre qué capacidad tiene pa ponerse a cocinar? -nuevas risas cómplices-. Él no sabe hacer nada y encima me ha llamado y me ha dicho que estaba otra vez lloviendo y todo lleno de agua", se lamenta Montero, que asegura que su vida "no ha cambiado" porque sigue sin tener su máxima aspiración: una casa.

"Son ocho años de tablas, puntillas y toldo y queremos que nuestro alcalde (Alfredo Sánchez Monteseirín) se acuerde. Basta de tantas promesas y mentiras", ha reclamado Montero.

Para Dolores del Campo (Martirio), 27 años, la experiencia ha significado "mucho" porque estaban "encerradas" en El Vacie y no conocían "nada". "Es una puerta abierta para nosotros y nuestra familia. Gracias por creer en nosotras", ha dicho.

A ella y a Carina Ramírez (Amelia), que asegura que desde que son "famosas" les invitan a café cuando antes no les daban "ni un vaso de agua", les aguarda un futuro incierto, porque tienen pendiente una petición de cárcel de año y medio a raíz de su participación en un programa de "Cuatro", en el que la periodista Samanta Villar las acompañó a buscar hierros para luego venderlos.

"Tengo tres niños y ese día ni un cacho pan para darles. Nos fuimos a unas naves y buscamos hierro en la cuba mientras ella grababa con una cámara y decía '¿esto será encontrado o robado?'. ¿En qué cabeza cabe?. Yo no robo si tengo una cámara delante", se exculpa del Campo.

"La Casa de Bernarda Alba", en cuyo montaje participan las instituciones europeas en España, se representará en El Español hasta el día 14 para salir luego de gira y la función del día 6 servirá de conmemoración del Año Europeo de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social y del Día de la Mujer.

Por Concha Barrigós.

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