Transición energética

La generación con biomasa revitaliza As Pontes al calor de la crisis energética

Ence proyecta una bioplanta en el plan de reindustrialización de esta zona de La Coruña, mientras que Repsol, Naturgy y Reganosa se unen en Galicia para reutilizar residuos de ganadería en biometano y abono. 

Central de As Pontes
La generación con biomasa revitaliza As Pontes al calor de la crisis energética. 
EUROPA PRESS

La crisis energética está obligando a las empresas replantear sus procesos productivos con el fin de abaratar la factura a fin de mes. La industria electrointensiva, que durante los últimos meses ha aguantado la presión de los precios de la energía, dio la voz de alarma anunciando su intención de parar su producción: no podían seguir produciendo con estos costes. El gobierno maniobró rápido y anunció medidas para tratar de aliviar los bolsillos de sectores clave como la cerámica, la metalurgia o el textil, que hacían uso de la cogeneración para mantener sus líneas de producción.

Conscientes de que este escenario no puede alargarse en el tiempo, todas ellas han empezado a planificar su transformación hacia las renovables. Mientras unas piensan en el hidrógeno como el combustible del futuro, otras han decidido recuperar el saber tradicional y apostar por las materias del entorno. La explotación de la biomasa vive este invierno una recuperación al albur de las necesidades energéticas del país, y lo hace apoyada en la transición ecológica que vive en estos momentos España. 

Para no repetir los errores del pasado, los cierres anunciados de la central de As Pontes, las térmicas asturianas (Aboño y Soto de Ribera) o la de Los Barrios (Cádiz) conllevan el desarrollo de planes de reindustrialización que faciliten la transformación de los empleos existentes hacia otros que consoliden las energías verdes. Y aquí es donde la biomasa entra en juego: todas estas centrales se encuentran en zonas con amplia riqueza natural y que ya cuenta con pequeñas o medianas industrias que basan su modelo en el uso de recursos que ofrecen los bosques y el campo. 

Galicia tiene en estudio dos proyectos de economía circular que hacen uso de recursos de su tierra y permiten avanzar en la independencia energética

En Galicia conocen muy bien las posibilidades que ofrece la biomasa. Por esta razón, Ence ha anunciado que pretende poner en marcha una bioplanta en As Pontes, coincidiendo con la reconversión industrial del entorno. Estaría dedicada a la producción de fibra reciclada y biomateriales a partir de celulosa virgen producida en Pontevedra mas papel y cartón recuperados. El plan puesto sobre la mesa implicaría una inversión total de 335 millones de euros para convertir una central alimentada en combustibles fósiles en una instalación basada en la reutilización de recursos naturales.

El proyecto, cuya viabilidad está en estudio en estos momentos, necesitaría de entre tres y cinco años hasta su puesta en marcha, tiempo necesario para conseguir todos los permisos y construir las instalaciones. Sería muy distinta a la planta que la compañía ya tiene en Pontevedra, ya que no sería de celulosa, sino que producirá fibras naturales recicladas. Se desarrollaría en tres fases: una primera línea para recuperar hasta 100.000 toneladas de fibra al año; una planta de cogeneración con biomasa que cubra las necesidades energéticas de la instalación para hacerla autosuficiente; y una tercera línea para fabricar 30.000 toneladas al año de productos papeleros. La compañía cifra en 1.190 los puestos de trabajo que crearía, unos 150 de ellos directos.

El biometano coge fuerza en Galicia

Aprovechar los excedentes de las explotaciones ganaderas para generar biometano. Esa es la idea que ha unido a Repsol, Naturgy y Reganosa, esta última dedicada a la regasificación de gas natural, con el fin de transformar "a gran escala" todos los purines que sueltan las granjas y poder convertirlas en fertilizantes orgánicos y residuos de biometano. Enmarcado dentro de la iniciativa Impulsa Galicia que desarrolla la Xunta, este plan propone desplegar una red de plantas que valoricen los excedentes de purines bovinos, porcinos y avícolas mezclados con residuos orgánicos de ciudades e industria para transformarlos en gas renovable

La fase inicial del proyecto incluye crear cinco plantas de pretratamiento de purín bovino para deshidratarlo y que luego sean tratados en una nueva planta de digestión anaerobia que produzca gas renovable. Se situaría en Meirama (Cerceda), mientras que las plantas se repartirían en varios municipios de Lugo y A Coruña, repartidos en función de las explotaciones ganaderas existentes con el fin de optimizar la logística. Supone una inversión de 146 millones de euros para tratar 1,24 millones de toneladas de purines excedentarios, con el fin de producir unos 300 gigavatios hora (GWh) de biometano que se inyectaría a la red de gas natural. Este podría inyectarse en la refinería de Repsol en A Coruña o usarse para transporte.

Este tipo de producción, si se extendiera a todo el territorio gallego, podría alcanzar 1 TWh de energía, el equivalente al 7% del gas natural que demanda Galicia en la actualidad, avanzando en su autonomía energética. Crearía unos 600 puestos de trabajo directos y 1.900 indirectos en logística y transporte, y garantizaría que los ganaderos tuvieran purín suficiente para abonar sus tierras de forma sostenible, llegando a valorizar unos 6 millones de toneladas cada año. El proyecto pretende ser financiado con fondos Next Generation, para lo cual ha sido presentado a cuatro ministerios distintos. 

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